Mi vida cambio en una Noche.

chó Lucas viendo con el ceño fruncido a su acompañante le dijo… ¿Por qué lo aceptas? Sabes perfectamente que no me gusta

ra brindar con Lucas. ¡que todos sus negocios sean exitosos! Lucas tomó la nueva copa de

la izquierda encuentras unos elevadores que son de uso de los huéspedes, si tomas hacia la derecha te encontraras con la

lo que pasaba con ella, los jóvenes respondieron que iban a l

amédicos para que se hagan cargo de ella, en ese mismo instante se acercó a ella un cliente pidiéndole ayuda porque su comida había sido confundida de orden, los jóvenes con voz amable le dijeron a la mujer… tranquila la dejaremos en recepción ahí ellos verán

hombros con un paño de playa para cubrir un poco su uniforme, ellos igu

ort y que solo una de ellas estaba ocupada, sacaron una llave maestra y abrieron la puerta, cargaron a Sonia

e terminarlo se sentía con mucho calor y con un fuerte dolor de cabeza, le

apar de mí? esos Martin

el clima que me está afectando, creo que apenas y me e

ma de la ciudad es más bien la edad jajaja y falta de.

a hacia el ascensor dos jóvenes venían bajando con una toalla de playa en sus manos, ellos lo vier

abitación Lucas fue al baño a mojar su cara por lo mareado que se sentía, a como pudo bajó la temperatura del aire condicionado lo más fría posible y se quitó todo, sentía un fuego en su pecho y como todo giraba no podía mantenerse en pie, por más que luchaba, pensó que tuvo algún golpe de calor, inmediatamente cayó en la cama al abrir sus brazos se topó con algo… ¿Qué es esto? eran los pechos de una mujer, ¿los pechos de una mujer? en su mente aturdida pensó estoy soñando, se acercó y tocó un cuerpo contorneado que defi

que rico hueles como puede este olor descontrolarme así le dijo ella al oí

ó, ella respondió a su beso lo abrazó con fuerza, él sintió los pechos de Sonia apretándose contra é

s besó todo su cuerpo, tocó parte por parte desde su pelo hasta la punta de sus pies

su rostro ahí estaba a su lado una mujer que por las manchas de sangre en la cama había perdido su virginidad, todo apunta que fue él, puesto que no había nadie más en la habitación y sus recuerdos borrosos se encontraba los gemidos de dolor y placer de esa mujer, su cuerpo tenía la evidencia que él lo hizo, llegaban a su cabeza los quejidos de ella de la noche anterior