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Mi esposo héroe, mi monstruo

Mi esposo héroe, mi monstruo

Autor: Gavin
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Capítulo 1 

Palabras:1446    |    Actualizado en: 17/09/2025

ra salvarme la vida. Su promesa -"A Elena Fuentes no la puedo perder ni una sola v

idas. El hombre que amaba fue reemplazado por un monstruo que la ad

a humillaba a mi padre hasta la

viviente, haciendo que me quitaran un riñón sin

padre, esparciendo sus cenizas en el sue

ución fría y dura. El héroe que una vez me salvó se había ido, dejando

ngí mi propia muerte. El mundo cree que Elena Fuentes murió en un accidente aéreo. Cinco años despué

ítu

era un héroe

ero del imperio inmobiliario Garza, sino porque había sido

o eso por mí,

s gradas donde yo estaba sentada. Braulio lo vio. Sin pensarlo, desvió su moto, recibiendo él mismo el

preguntándole si se arrepentía de sacrificar su camp

o sus palabras resona

-dijo-. Pero a Elena Fuentes no

era un obrero de fábrica jubilado, un hombre amable y devoto que no podía creer que su hija se hubiera casado en un mundo así. Pero el amor de Br

e Norman entró e

afirmaba ser la última descendiente de un olvidado linaje místico europeo. Hablaba de energías,

io quedó h

Era poderoso, pero se sentía sin propósito. Celeste vio ese vacío y lo llenó con sus tonterías.

solo le cre

l. A mí me trasladaron a una habitación de invitados. Dijo que era necesario para su viaje espiritual. Ce

sábanas tenían que lavarse a mano con jabón hecho de aceite de oliva bendecido por la luz de la luna. Sus cámaras de

pia "purificación". Dijo que mis orígenes humildes hacían que mi alma fuera p

extraña obsesión que eventualmente superaría. Me aferré

ñicos el día que mi

sero, su orgullo y alegría. Cuando vio a Celeste, le ofre

dió como si est

xiante -declaró, su voz llena de a

ió una "limpieza". Braulio, mi esposo, el hombre que una vez me había

que se disculpara con los "espíritus de la casa" por su intrusión. Mi padre, un hombre de dig

etuviera. Grité, lloré, le

o era frío, una más

n -dijo-. Celeste está limpi

uel. Miró la simple cruz que mi padre siempre l

falso e impotente -se burló-. Es un

spaldas que se la a

cuando mi pad

rió en el frío suelo de mármol de esa mansión, agarrándose e

ntía por Braul

ces que el hombre con el que me casé se había ido, reemplazado por un monstruo. El abuso no se detuvo. Se intensificó. Cuando a Celeste le diagn

más queridas de mi padre: sus libros, su sillón gastado, las fotos de mi madre.

rapada en el segundo piso, con el tobillo torcido en el caos. Braulio pasó corriendo por mi habitación. Nuestras miradas s

Orbe Celestial!

ra salvar uno de sus inútiles "artefactos sagr

o que necesitaba: pruebas. Celeste era una completa farsa, una estaf

ería que hiciera en su nombre, otro de sus crueles recados. El vuelo est

en un vuelo diferente a un pequeño pueblo en Oaxaca.

ue debía estar se estrelló en e

ntes muri

nte rompió su engaño, Braulio Garza expuso a Celeste. Usó su inmenso poder no s

tigándose a sí mismo en un exili

libre. Y nun

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