Destinados
quel hombre, aún que aviamos acordado la cita no pude evitar senti
do sonó mi teléfono. Lo conte
e, solo te hablo para advertírte que no manches el apeido
Colgué el teléfono y me senté en la cama. Realmente no habría ot
orara y me quedara aq
tía atraída por ese hombre y no era
e queda del viaje para ser feliz y vivir una hi
epare para irme. Estando en la calle camine un rato