Del amor temporal al inolvidable
os cinco años se reproducían en mi mente como
tes de que un fallo en una máquina la dejara con una discapacidad permanente. Éramos los sirv
o de caridad, la chica con el uniforme de segunda mano y el acento de clase trabajadora. Bárb
rralaron en los vestidores, empuj
tirando de mi pelo-. ¿De ver
rrorizada,
una voz co
nla e
edó allí, imponente sin esfuerzo, y la pandilla de Bárbara se dispersó como ratones. Ni siquiera
lantó ese día, una admiración tonta y sin esperanza por
a desesperadamente enamorado de ella. Sabía que nunca tendría una oportunidad, así que enterré ese enamoramiento y m
n lo que se suponía que era la boda de Alejandro y Bárbara. Los invitado
había fugado con un modelo europeo. No era la
y humillación. En un ataque de puro y vengativo despecho, se
peligrosamente baj
años. Necesitaba una esposa para guardar las apariencias, para demostrarle a Bárbara que no podía
estidores, con ese enamoramiento largamente ent
ó de que mi madre recibiera la mejor atención médica, que estuviera cómoda. Nunca olvidó mi cumpleaños o un día festivo, siempre prese
tal vez, solo tal vez, esta actuació
ses, lo oí hablar con
Bárbara vaya a vol
lejandro so
supe que
fía? ¿Simplemente
n, mi corazón latiend
jandro s
na forma de pasar el tiempo hasta que Bárbara estuvier
o. La verdad era más fría y cruel de lo que jamás podría haber imaginado. Mis cinc