Ángel o Demonio
, debes
e ordenaba acabar a la persona que tenía en frente, a qu
rmiso para tener la palabra, mientr
¿puedo ir al sanitario
r de la sala, Matías aun con la mirada puesta en él se sienta en la sill
na vez que llegaba al baño notando
es ma
sino! No lastima
ebes matarlo antes qu
, ¡¡quién er
bre es
ué no pue
es el t
rdía, al igual que sus ojos, no es la primera vez que se siente de esa manera, pero sí que oye una voz, esa
Gab!! - Llamaba Elías pero
debo hacerle daño a ese chico?, ni siquiera se de quien se trata.... tampoco me ha hecho
como habían cambiado de color sus ojos, estos eran de color azul cielo, parpadea varias veces acercándose una vez más al espejo, mientras con la
upada y lo obligará a dejar la universidad, incluso sin exagerar también la ciudad, ya estaba cansado de ir por todos lados, huyendo de algo que ni siquiera sabía cómo llamarlo, pero si estaba seguro que esa marca guardaba un secreto que abrirá todo su entend
ba esta persona que le generaba por dentro una inquietud, estar lejos suyo sería algo difícil de hacerlo, p
cían como si me estuvieran h
a desviar la mirada de este chico, pero al llegar a la puerta pareciera que este sintiera su presencia, en cuanto llegó hasta allí gira el rostro
para que podamos continuar con la cl
iendo hacia el frente nota que ciertamente Matías aun lo estaba viendo. Esos ojos eran todo un misterio, a pesar del dolor que le ocasionaba no podía apartar su mirada de es
a que hiciera que una voz le pidiera que acabara con él, y ¿a que se refería con que aún no es fuerte? En realidad no se veía
pero no ha podido oír ni una sola palabra en todo ese tiempo. Su mente estaba muy ocupa
as, espera a ver que Matías fuera el primero en salir, y así lo fue, aguarda un momento más p
a caminar con lentitud va saliendo del salón, en cuanto dio unos cuantos pasos fuera de ese lugar, justo a un lado de los pilares del gran edifi
uién