El Amor Veneno Me Ruina
apada en un baile de toros si
eo, el toro herido, nos odiábam
en mi cuerpo final
y vi a Mateo correr hacia mí, c
clavé una daga decorativa en s
mayordomo: "¡Rápido! ¡Denle el antídoto a la señ
edé h
s décadas había sido sol
agudo y asfix
evilla, en el preciso instante en
noche en la Feria de Abril, do
, pero ¿podría borrar