Mi Escape de la Casa Asfixiante
ome la oportunidad de escapar a Edimburgo, un
as ella me exigía sacrificar mis sueños por una promesa vacía de ir a Madrid, so
ón despojada de nuestro mural infantil, hasta la herida en mi sien que
baño, e Isabel, mi pequeña y dulce hermana, lloraba aterr
hasta que Sofía me detuvo, ella no
onsolando al mismo monstruo que acababa de asalt
nte, Sofía publicó un comunicado oficial, invirtiendo la historia, decla
pintó un mural de nuestra familia entrelaza
no, y juntos, dejamos esa casa y el veneno de Sofía para siempre, b