La Señorita solo Quiere Vivir Tranquilamente
de hospital barata, cada aliento una punzada de
illaba como un arquitecto famoso, dedicando su premio a Camil
ante: los Solari eran mi verdadera familia biológica, y Javier, Camila y Mat
sacrificando todo, viviendo en la miseria y el trabajo extenuante para fi
on una pregunta punzante: ¿Por qué? ¿Por qué me engañaron
otra vez en el taller de Gamarra, con veintidós años, y Mateo Solari