Mi Corazón de Piedra: Ni Una Mirada Atrás
grotesco, empañado por el aire pesado de
consolaba a Carmen, la viuda de su hermano, que llorab
to, Alejandro anunció que el hijo de Carmen era la "nueva b
s venenosas que Carmen le había dado, era ahora solo un
el leve tintineo al caer fue un trueno solo para mí, mientras todos c
jandro exigió que le diera mi útero para un trasplante que salvaría
de sus acciones encendieron una llama oscura de
e las cenizas sabiendo que mi plan apenas comenzaba,
repentido, ofreciéndome de nuevo el mundo; pero yo, Sof
destello que caía al mar y arrastraba consigo los úl