El Precio de su Doble Vida
etro que me alejaba de mi pueblo se sentía como un p
artamento de Mateo.
sede de la Federació
lo del poder y el dinero que rodeaban el deporte que me
oven con un traje impec
e una
voy a conseguir una. Quiero ver al
e. "Señora, eso es imposible. Est
en el vestíbulo pudieran oírme. "¡Uno de sus jugadores estrella, el gran Mateo
fonos dejaron de sonar. Las conversaciones se
i no me escuchan, se lo contaré a todos los periódicos y canales de televisión del
se puso pálida. Cogió el t
una mujer aq
ro una máscara de furia contenida. Era el director del club de Mateo. Me recon
a y amenazante. "Vamos
s aquí. O mejor, llamen a Mateo. Díganle que su esposa y su hi