Más Allá del Zapateado: Mi Venganza
gar que una vez llamé hogar, s
r mis cosas, el aire estaba cargado de rec
y zapatillas en una maleta cua
ateo y
dose en el marco de la puerta con arrogancia. "¿La peque
oltó un
lo está limpiando, aunque no sé qué
o con mi tarea. Mi silencio par
da volcó una caja de ca
suelo: fotos descoloridas, conchas que recogimos en
o. "Igual que tú, todo
ue aparecíamos los tres, sonriendo,
na", dijo, su voz goteaba desprecio. "Per
l insulto a mi madre
nté len
as a hablar
, un sonido
por nada, ¿o quizás no? Quizás solo huía
uavemente. "Bien
e mi felicidad, y por primera vez, n
l cierre fue definitivo, como
je, mi voz e
o. "¿A la calle? No tienes nada,
alí de la habitación sin mirar atrás, dej