De Perro Guardián a Lobo Libre
ión era u
de los Montenegro desaparecido y yo
culpa d
l protocolo!", gritó el niñato en la sala de
cia era in
dije, con la voz tan fría como el acero. "Ignoraste una o
su lado al instante, rodeando a s
sido un error terrible,
dejado mi vida en el GEO. Su cara era una máscara de preocupac
uipo de seguridad que nos observaba en silencio. "Mañana, a primera hora, Ma
iró con un
sus ojos se volvieron duros
avier. Lo que tú
areció extraña,
tenía, ciego por la lealtad que sentía hac
ir justicia para mis hombres, h
taba a punto de ser sacrificado p