Libro de los Destinos
egaba a mi piel, incluso des
n ásperas, la es
ia de paga que apenas alcanzar
mi he
t
e, él dependía co
dijeron los médicos. "
s que sellaro
a de gastronomía e
la mañana y ayudaba en un
por
alvó, o eso me
el camión l
io. Mi culp
a, el cansancio era un
nte, un
co lejano
sa de
isa ahogada y dé
isa clara
El agotamiento m
stro pequeño
eo debía esta
rarle su cena especial,
ez una frase: "Valer
z de
ón dio u
? ¿Su am
cía ell
idado a la habi
ba o
ón estaba encend
a la hab
a, moviendo las piernas
si
e levant
do se
ía res
sonrió. Una sonrisa qu
Arro
o no po
s... la pa
nacida de la desesper
artamento si
a había dicho una vez,
carísimo,
res au
o el sol emp
a un paraís
í est
sta de e
do un caballo n
lado,
riendo a carcajadas, moviéndose con
lo ca
nt
rza. Co
olpeó con la fu