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ME ENAMORÉ DE UN AMOR QUE NO ERA MÍO.

Capítulo 3 Domingo

Palabras:3744    |    Actualizado en: 28/05/2025

E UN AMOR QU

ÍTU

mi

rugamos, había quedado con él a las 10:00 am frente a la iglesia. Lo primero que hice al llegar al pueblo fue

llegar al pueblo, m

ompañó al lugar de la cita, solo que ella se quedó justo al frente en una cafetería. Miré a mi alrededor; había mucha gente

gaste a

blando por teléfono, unos muy mayores no tenían que ver co

Tú dónd

s hermosa, tu descri

tipo que me doblaba la edad, tenía el celular en la mano y sonreía, llevaba puesta una camiseta negra. Pe

rvio

o que escuché

nde estás? Yo

una

a. Ese color rosa combina perfe

spuesta a irme, pero entonces escuché una voz detrás de mí. Pasé saliva, el corazón casi se me sale por la boca. Empecé

gusto

staba quemando. Tomé su mano, otro escalofrí

gusto

me había dado no le hacía honor, era guapísimo. Sus ojos café oscuro, su cabello negro

me escaneó de p

aba muy nerviosa... bueno aún l

anciano o algo así? -i

risita y

ienes, me gusta mu

a mirada y me encontré con la mirada de mi madre que nos es

está esperando,

de la mano, acto que me sorprendi

conocer a la

ojos y

lla

mo alguien mayor, demasiado maduro para su edad. Empezó a platicar con mamá, yo lo miraba con curiosidad, pues se desenvolvió muy bie

eroso, responsable, qué

molestarte. Tengo que hacer unas cosas, creo

o gusto. Por supuesto, p

a señal para que me acercara a ella. Nos alej

sas mal hechas. Nos vemos a las tre

é comportarme. Gracia

é con

o? -pregun

encantada contigo

tu mamá? Q

nreír. Baj

ente yo

me imaginast

dían, podía jurar

ho m

s tan hermosa, tien

as gr

me reí mucho. Por alguna extraña razón cuando estaba más cerca de lo normal o cuando

hasta el paradero de carros. Caminamos tomados de la mano, en el trayect

comentó mamá co

salva -Mauro hizo una peque

acho. Espero que p

un placer -res

empo de nada Mauro me rodeó con sus brazos y dejó un bes

acer conocerte. Esp

lo mismo

y bien, pero que no apresurara las cosas, que dejara que el tiempo decidiera. Que podíamos empezar a conocernos como amigos y luego si s

que ya es tarde para eso, ya me ilusioné.

rte, quedé más encantado con tu hermosa sonrisa. Ojalá

hora después de llegar a casa llegó Juliana, empezó con el interrogatorio; ¿Cómo te fue? ¿Cómo es? Yo con una sonrisa lo dije tod

, ya muero de curiosidad

. Hay que tomar las cosas c

un beso? -Inquir

os en blanco-. ¿Qu

tó una c

ue no sabe lo

él, para mí todo era nuevo, las sensaciones, los sentimientos

.

de semana para el colegio. Por supuesto hablaba casi to

os ojos, recorrer tus mejillas y morir en tus dulces la

clases de matemáticas, yo estudiaba hasta las cinco de la tarde. Cuando salí del colegio pasé por el parque y me senté por un

, ¿qué ta

ca es la peor materia para mí,

ojos hermosos y u

una

fortu

por un beso de esos labi

queció, ni siquiera sabía lo que sen

jalá podamos

de la señora que me dijist

y no encuentro transporte. Mañ

ucho juicio pr

hecho ya me iré

idas cubrieron mis ojos. Me sobresalté, mi corazón comenzó a latir con fuerza, como si ya supiera qu

se apoderó de mí y como un impulso, sin pensarlo, lo abracé con fuerza. Él m

rpr

para mirarlo, to

lo -murmuré, ca

, profundos y llenos de algo que hac

una sonrisa que parecía

on una risa nerviosa, añadí-: Pero, ¿qué haces a

. Mi piel ardió bajo su contacto y en ese momento, no existía nada más que él. Yo

te y quise dar

iera le pregunté quién era su amigo, ni cómo se llamaba, yo estaba feliz de verlo. El corazón me seguí

oblema si te demoras en

eí con curiosi

lado y pasar contigo un m

Mauro no dejaba de mirarme, cada vez que llevaba el helado a mis labios, sentía su

elicadeza detrás de mi oreja. Su rostro se acercó peligrosamente al mío, por un segundo

n susurro-, eres tan hermosa. Pareces

revolución de emociones que me invadía, u

oz baja-. Te encanta ha

egó con la cabeza, pero su

e encanta. Combina perfectamente

e nosotros. Con una sonrisa traviesa extend

ru

elamió los labios lentamente, como si disfrutara del momento tanto como yo. Por un instante, el helado dej

ncendía cada rincón de mi ser. Su mirada se clavó en la mía, fija, profunda, como si pudiera ver más allá de lo que yo misma conocía. Poco a

ndome si lo haría bien, pero más que eso, emocionada. Me dejé llevar por el mom

erse, alguien nos interrumpió de golpe. La magia del momento se rompió dejándome co

pill

pequeñ

usto m

o año. El mundo era un pañuelo. Luego ambos

milagro ve

vine a saludar -

un gesto de

se conocen

go que te mencion

, pero hacía mucho que no

nosotros estudiam

miró con

mo se conoce

er Mauro se adelantó, pas

es mi

ndida, pero n

ovio de la car

ceja en un gesto

uié

gas caso

os s

en el colegio le deci

que mis mejillas ardí

ueda perfecto ese apo

o una muec

voy, me empalago con tanto

a Mauro. Las palabras salier

dijiste que

son

hay que darles

segura que se iba a encargar de regar el rumor por el colegi

ije nada que

los

ucho, demasiado. Sé que dije que solo querí

ongelada. Lo único que se

en serio? ¿O está

ió mis

es muy poco tiempo, pero lo supe desde la primera vez que te

y despaci

o...yo sien

re sus dedos, su toque era tan suave que me estremecí. Me obligó a que lo mirara y cuando m

e sus labios, el brillo de sus ojos, el ligero sonrojo que coloreaba sus mejillas. Su al

rte un bes

el nudo en mi garganta me lo impedía, pero sabía que mi respuesta estaba en mis ojos. Incapaz de p

si parecía una tortura se inclinó hacia mí. Su mano permaneció en mi mentó

un roce suave, pero suficiente para encender cada fibra de mi ser. Cerré los o

na forma que no podía explicarse con palabras. Sus labios se movieron lentamente sobre los míos, probando, explorando

zos, buscando algo a lo que aferrarme mientras mis emociones me envolvían. Él respondió acercándose

me olvidé del mundo, de mis inseguridades, del miedo. Solo exist

ilímetros, nuestros alientos se mezclaron

con una sonrisa, acaricia

acababa de pasar. Lo miré y no pude evitar sonreír. Había sid

roja como un tomate. Él lo notó y sonrió, esa sonrisa suya tan genuina y cálida. Me sen

evitando su mirada-

levantaron con sorpresa y un des

n s

té y empecé a caminar para ca

corrían a la misma velocidad que mi corazón-. Te dij

zos cruzados, tratando de reunir la

on cualquiera por diversión, mucho menos cruzo límites sólo porque las demás lo hac

e tomó mi mano. Su toque era firme, cá

era suave-. Eres única. Hoy en día, niñas con valores y prin

eos. Sus labios rozaron los míos en un beso breve. Era dulce, cáli

unos centímetros,

tan tus labios. Son tan dulces que cr

o, nerviosa y a

experta... -bajé la mirada-.

era más tierna que burlona, volvi

unado, el primero en besar tus labios.

uestras manos entrelazadas, como si fuera lo más natural del mundo. Mientras nos dirigíamos hacia l

lgo serio. Nada de jue

ro también hizo que mi corazón se acel

hacían anteriormente. A algunos chicos no les gustan esas fo

l mismo infierno si fuese necesario, donde

ado tarde. Ya sentía que estaba enamorada, le metí corazón, ya había perdido, pues me daba miedo que en cualquier momento es

.

o se cansa de las reglas de mi papá? Pensé. Se me pasaban tantas cosas por la cabeza. Mi madre lo aceptó muy

cuando alumbró mi

el paraíso. Fue como tocar el cielo con las manos, que

inua

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