Prohibido Llamarlo Amor
e apoyaba en el marco de la puerta del dormitorio. Había tardado varios minutos en tranquilizarse. Su cuerpo seguía ca
quiera una expresión de horror. Solo silencio... y esa mirada. Una mezcla de desconcierto, desafío y algo más difícil de nombrar. Como si no estuvie
on una bata de satén gris, aún descalza. Se veía agitada, como si la
guntó, asoman
que entrara. Verónica se sentó al bord
fin, con la voz un poco tensa-. No salió de
ún con la toalla, y
hí parada, sin decir nada, fue... extraño. No me mir
rada y se frotó las
justado, tan... provocador. Y ni una palabra durante la cena. Estaba
que la haya afectado... haberme v
. Lo miró con ser
etamente. No solo eso, estabas
un suspiro-. Y ella me vio. Me miró directamente. No m
Nadie esperaría que regresara ese
os codos apoyados
tró sin avisar. Jus
si se negara a poner en palabr
or la casa como si flotara, no me mira a los
Julián, girando ha
ee que no la ves. Vi cómo lo hizo en la cena. Y noté... algo en su f
baño y se cruzó con ella en el pasillo, con esa camiseta demasiado corta y si
rónica, casi con miedo de sus propias palabra
nó hasta la ventana, aún con la toalla.
sientas que tienes que elegir entre tu hija y yo. Pero ta
o miró con
nto. No la provoques. No respondas a nada... raro. Porque s
entamente, s
o
música. En su mente, la imagen del cuerpo de Julián volvía una y otra vez. Su madre a cuatro patas, jadeando. Él,
l colchón y cerró los ojos. Ya no era una niñ
ra un
ún no hab
aso relajado, aún un poco dormido, con la cabeza llena de los pensamientos de la reunión de Verónica y la tensión de la noche anterio
elineaba con precisión las curvas de su cuerpo joven y atlético. Sus pechos redondos y firmes, moldeados por las horas en el gimnasio, se marcab
xpresión tranquila, casi desafiante. Julián sintió cómo
ve, rompiendo el silencio-. Creí que habías sa
a casa, y que ella no podía ignorar esa realidad. Pero también notó que Cami
ndose un poco-. Por eso te sor
ruzó de brazos, mostrando u
n un dejo de desafío-. Es mi casa t
cuerpo firme, atlético, moldeado por el gimnasio, y sintió una mezcla de admiración y peligro
prendió verte así... tan descubierta. Pensé que después d
tre ambos. Su mirada era firme, intensa, y Julián si
or lo que crees. No puedo fingir que no vi l
, intentando leer sus
decir? -preguntó, mante
un instante, antes de volv
cambió y no sé si quiero seguir jugando. Pero no voy
o era esa chica resentida que conocía. Ahora era alguien
-dijo finalmente-. Pero si
lentamente y comenzó a subir las escaler
ulián -murmuró antes de desap
razón acelerado y la mente llena de