El precio del poder
dad. Su mesa de caoba, impoluta y organizada, reflejaba el orden que ella imponía en cada rincón de su vida.
en una de las mujeres más poderosas del mundo financiero. Su imagen de CEO exitosa, fría y distante, era
s. Había perdido años de tiempo con su hija Valentina, que ahora tenía 17 años. La distancia entr
equipo. Nadie se atrevió a desafiarla. T
mpió en la sala. Mariana levantó la vista, notando
rgente. Es de Valentina -dijo
tió un nudo en el estómago. ¿Qué podía haber pasado? Sin perder
s ventanas, iluminando la habitación de una manera casi irreal. Respiró h
osa, como si estuviera al borde de la desesperació
-preguntó, intentando mantener la c
Me están vigilando -dijo Valentina, su voz quebrada por el miedo.
-Mariana comenzó a caminar de un lado a otro. La incertidum
Valentina llegaron entre sollozos, y Mariana sintió que el suel
nsamientos. No había tiempo para el pánico. Su hija necesita
ré de ahí, te lo prometo -Mariana intentó sonar segu
el teléfono como si esperara que Valentina regresara a la línea. La
de Sofía. Su voz era firme, aunque su
dad. Ahora -ordenó. Ya no era solo una cuestión de negocios. Su hija est
ntar. En su mundo de finanzas y poder, todo se resolvía con dinero y estrategias. P
Valentina. Pero mientras el teléfono seguía sonando, una pr