s, el teléfono de Lya
antalla, su corazón dio
herida abierta que no terminaba de sanar. Dudó. Una parte de ella quería ignorar la llamada, apartarla como si nun
, deslizó el dedo par
ente apagada, carente de la dureza habitu
o una punzada de desconfianza. ¿A
n que pidiera cosas si
o más que la inqu
ra más aterrador que cualquier amenaza directa. Katherine no era de las que olv
? -preguntó al f
nto de encuentr
fuerte. Algo no iba bien. Pero decidió no pensar demas
scó con la mirada. Cuando pas
razón s
ofá, pero algo estaba
y forzada. Sus labios, normalmente firmes, ahora estaban e
ela, su preocupación c
usurró, inclin
espo
un escalofrío le recorrió la es
n gemido bajo, como si s
oz sonó más a delirio que
ntió p
y corrió a buscar ayuda.
uidado a su habitación. Tristán apenas reaccionó, sus párpados ni siquiera
a cama, Lya no dudó ni un segundo. T
mismo. Tristán tiene fiebr
ora no
y en
n la silla junto a la cama
ía visto tan
desmoronaba frente a sus ojos, y el mie
e había dado
anta, tomó su mano. Es
tó con
stán... La ay
ovió de
ue hacer algo. Preparó un caldo ligero, aunque no estaba segura de cuándo podría co
empo lleva
taba ignorando s
a la habitación. Tristán seguía inconsciente, p
ita de noche y, sin pensarlo
do apoyó la cabeza contra su pecho, sintió s
edó d
llegó poc
es, revisó a Tristán y c
ril. Ha estado así por m
. ¿Por qué no lo
octora, preparando la vía intravenosa-. Lo e
suero entraba en su sistema. Trist
la fiebre com
, asegurándole que él mejor
pensarlo. Sin importar las
ués, Trist
e el rostro de Lya, d
ración s
estab
Calidez.
apretó la
rozándola con la yema de los dedos. Por
enton
erdo lo
adas de
que le
incorporó en la cama. El mareo lo golpeó por un instante, pero
ue podía mantenerse en pi
ría. Se miró en el espejo: su piel aún estaba pálida,
ión, el teléfono vibró s
her
nte. Dudó por un momento antes de tomar el celular y s
dedo para
La voz de Katherine
espalda contra la
S
encio antes de qu
o. La oferta sigue en
o
unca daba rodeos cuando
cariñes d
co
lentamente