La Embarazada Cautiva del Ceo.
�
vi
cía capturar la luz y devolverla en forma de destellos. Pero lo que realmente captó mi atención fue la máscara que llevaba pu
con un gesto teatral,
. Es solo un jueguito... ¿Qué
un torbellino de emociones me envolvía. No cabía duda de que estaba perdidamente enamorado Josean. Aunque nuestra r
versaciones y el suave acompañamiento del pianista, y los jóvenes que empeza
mpre, impecable- me salu
avier- Saludo Jimena,
imena. Eros nos había
onrió tí
ena. G
os guiaba al salón principal. En ese momento, mi hermana menor apareció, y al ver
incesa?-, le preguntó Eros, dá
vienes a verme.
a, te presento a la mujer qu
la presencia de Jimena. Luego Josean saludo a La
ntar a los invitados. Entre ellos, estaban algunos amigos cercanos, socios de la farmacéu
un buen esposo- comentó la t
enada-respondió Josean
de saber que te casarás con un hombre t
dí con solemnidad. -Prometo que
rdar a los padres de mi novia, pero pronto decidí que era el mo
en prestarme su atención?
llo un anillo de diamantes y la cadena a juego. Caminé hacia Josean
asar cada día a tu lado, apoyarte, amarte
a no tardó
ier! Clar
La felicidad irradiaba de ella, y yo no podía sentirme más completo. Saqué el juego de
declaró, abrazán
mbién
úsica y conversaciones mientras Josean y yo recibíamos sus bendiciones y buenos deseos. Más
especial-, me dijo Josean con u
es en ment
le. Te espero en el penthouse. Quiero entregarte algo muy import
e sientas ninguna presión. P
rte mi virginidad. Quiero que sepas cu
erza y le di un beso que reflejaba mi amor por ella. Es
ue esperas- le aseguré, sintiendo que nues
nueva etapa juntos, marcada por la entrega total y e
*
o Josean, con esa sonrisa que siemp
necesito hablar algo con ellos- me dijo con ese tono que p
, le pregunté confundido, pero su r
confía en mí. Esta n
entí, aunque no podía evi
antes me despediré de los invitados-,
tando mucho con su novia y los amigos-. Me quedé viénd
mi amor.
n aprovechó para escabullirse hacia sus tíos, mientras yo seguía despidiéndome. Quizás quería asegurarse
al penthouse. Mientras el auto avanzaba por las tranquilas
Quiero que sea una noche mágica, como si fuera nuest
, cariño. Ser
ción. Al abrir la puerta, el ambiente me dejó sin palabras. Cada detalle estaba pensado para sorprenderme: velas, pétalos de rosa, una atmósfera qu
junto a la camisa, mientras el vino calmaba mi impaciencia. La esperaba, recordando momentos pasados, espec
ría, y tras una ho
n una mezcla de preocupación y ansi
ro salgo ahora mismo-Su tono me tranquilizó, aun
ta que escuché la puerta abrirse. Me levanté, algo mareado, y fui hacia ella. Apenas podí
ente. -¿Por qué no, mi amor?- insistí, aunque su respuesta fue u