La Oscura Obsesión Del CEO Vampiro
Ja
agaba en mil
tenía cabez
s de un lado
que, al parecer,
staba trabajando, ahora, solo vivo esclavo de esto y por má
to, ella me
a encargada de recursos humanos me ha pedido que estuviera aquí puntual, a las 8:00 de la mañana, para que comencemos a trabajar juntos en nuestros clientes. Espero que mi potencial se
carpeta de documentos importantes que cada uno de mis empl
ra. Su blusa blanca que estaba metida bajo la falda encajaba a la perfección sus curvas y marcaba muy bien sus senos qué aunque
más me llamó la atención, adem
das maneras, era largo, le caía hasta la cintura, y como lo traía peinado, co
era una
mento me había cau
xigente y perfeccionista, no era nada empático con la gente. No es porque no quisiera serlo, sim
del país, mis empleados y todo el que estuviera trabajando para mí y de mi lado, evident
on Dak
monios me pa
presentación el primer día que entro a
oco y ya no
uiero preguntarle, ¿Ya le dijeron como son las regla
que manda aquí. También, la encargada de recursos humanos tenía que advertirle a e
e esas reglas, y, no se preocup
ciosa, era li
día una mujer cualquiera podría haber logr
las carpetas con la información personal de nuestros clientes para comenzar a trabajar
dio la vuelta, dejándome ver como meneaba
aban en el interi
ndome un pequeño problema
lla cerrar la puerta, tomé mi teléfono de oficina, lo desc
na menta antes de venir
é la citaba y le o
y allá, señor - ella
le tomó más de 5 minutos a mi sec
rta con seguro, y comenzó a desaboton
mon
me encargaría de quitarle sus br
con mi mano a mis piernas, golpeándolas delicadament
ante mis ojos. Yo me relamí los labios
lo sabía y no se quejaba porque tenía la certeza de que no encontraría ningún o
lón, agarré a Megan de la cintura, y la apegué más a mí, me aga
a gemir despacio, solo para nosotros, por qué estábamos trabajando y n
en lugar de disfrutarla a ella, me im
, no pretendía hacerla llegar al orgasmo solamente
masajear sus senos desnudos y excitados con fuerza, como si no supiera
para cuando sentí que sus manos comenzaron a tocar mi p
tos siglos, sin embargo, las cosas cambiaron desde el primer momento que probé el sabor de los