Seduciendo al mafioso
ill
alejo hacia el bar, y los dejo que se encarguen de encontrar una
andad. ¿Es realmente tan importante para mí convertirme en una hermana comprometida? Mi tarea es robarle a un pobre imbécil. Sí, sé que es un delito, por no mencionar que cualquier tipo de novatada está prohibida en el
esto, corrección, tengo que hacer esto. Una parte de mí siente remordimientos por lo que estoy a punto de hacerle a este desconocido que está lejos de c
s. Los encuentro metidos en un reservado de la esquina y me coloco al lado de Ela, y les ofrezco cerveza,
ena, lo miro ante
tal la
o mejor -
otra c
tra -lo
izándola hacia mí-. Ya
una mirada
marica
los ojos y dice con
lo que
entir el calor subir, ya que me ha dicho malsana prác
is labios cuando me separo de su mirada devor
momentos, le doy
s al
n. -Nos excus
abro la pu
acer esta m
s que hacerlo si quier
delicioso, que no puedo pensar. Prefiero hacer
se
a y concéntrate. Recuerda po
un suspiro
plan, ¿verdad? -le pregunto porque t
mento adecuado. Pondré la píldora en la bebida y te la traeré. Fingirás un sorbo y luego echarás el resto en su garganta. Una vez que
tra preocupación aparece en mi mente-: Pero espera
Solo le dará u
y un sape mental y
esto -digo con una co
sa con confian
r -le digo aga
ce quitando su br
haces -digo tirand
ice sin entusiasmo mient
a el c
costado y me rodea la cintura para acercarme. Momentos después, siento su cálido aliento en mi cuello. Inclino la cabeza hacia un lado para permitirle un mejor acceso. Sus labio
, me gu
contra m
ntará lo que va a
o de mi trance de acariciarle el cuel
l y le dedico m
ego enrosco su corbata alrededor de mi mano acercando su cara a la mía. Y antes de ten
y cuando finalmente nos separamos lo sé. Puedo ver la victoria en sus ojos, unos ojos de los que no puedo apartarme. Sube su pulgar y lo pasa por mis lab
oblemas te has metido
profundos ojos
an los p
rradora se exti
lo que dic
rca a salvar mi trasero
ada frustrada a Ela
sé que te gust
ida de ella y volviendo a bajar a
contra mis pensamientos. Puedes hacerlo,
ego lo miro. Él me dedica una sonrisa que me hace
Camille vo
e mis bragas
trola tu chica de abajo. Tragando con fuerza agar
igo-, yo te vo
ngo el vaso en los labios y le
r las palabras, volviéndose torpe y cansado. Y al final, le ayudo a cruzar el
me está pasan
ajo. Y siento la necesidad de abrazarlo y hacer que t
e está afectando. -Le quito un mechón de cabello de la frente-. Duerme
tura. Es perfectamente normal, ¿verdad? Quiero decir que la gente lleva un arma para protegerse hoy en día, ¿no? Dejando a un lado los pensamie
aga de lujo, y más de diez mil dólares, así como un par de guantes de cuero negro. Esta bolsa grita peligro y dudo en seguir con mi plan, pero entonces recuer
mos -grito sal
regunta frenéticamen
do la c
La pongo al corriente de mi descubrimiento, pero solo de la parte del dinero, y
yendo no tiene tiempo para busca
ón -digo mientras me m
o. No volverás a
ue dice. Empiezo a reírme a carcajadas mien
, joder. Le he ro