Corazón en Guerra
cturna. Emir se encontraba en su estudio, rodeado de viejos papeles y fotografías descoloridas que parecían llevar consigo el eco de un pasado olvidado. El aire estaba denso, como si l
ales. La palabra "accidente" le sonaba a un eco vacío, a una excusa demasiado fácil para un hecho tan cruel. Cansu, su abuela, había sembrado en su corazón las semillas de la duda desde que era niño, hablándole de los Asian como aquellos que habían manchado sus
on una expresión tensa, casi tangible, que reflejaba
el peso de la duda presente en su voz mient
l fatídico accidente. Pero al observarlo, Emir se dio cuenta de que algo no encajaba. Las huellas de frenado que no existían, los testigos que habían desaparec
con furia contenida-. Siempre supe que ese hombre estaba involucrado, pero ahora lo tengo
ncertidumbre, su ceño fruncido reflejaba el peso d
e una simple venganza. Nasuh es el hombre más poderoso de Midyat. Dese
mados en una época en la que parecían ser amigos, casi hermanos. Sabía que no podía actuar a ciegas; si quería justicia,
ntrañas de la familia. Kemal, aunque apartado de los negocios familiares, nunca había perdido sus contactos ni
ajo el suelo de este lugar -dijo Kemal sin mirarlo, su voz cargada de
l suelo, como si no quisiera que las palabra
tío. La paciencia
directamente a los ojos, como si el
e destruyó todo lo que construyeron juntos. Tu padre temía por su vida mucho antes del acc
lor de las palabras de s
reguntó con voz temblorosa, como si la re
vo pruebas. Fue por eso que dejó esa carta que encontraste. Pero hay alg
esesperación y la esperanza
urgencia, casi al bor
to, su silencio pes
como una daga-. Ella estuvo cerca de tu familia en aque
la sería como buscar una sombra entre las sombras. Pero no importaba. Necesitaba respue
lma, como una llama que devoraba la esperanza de aquellos que pudieran cruzarse en su camin