AMOR EN LAS SOMBRAS DEL PODER
no podía dejar de pensar en las palabras de Mei y de su madre. El peso de las expectativas y de su propio dolor la estaba consumiendo
a puerta de su habitación se abrió de golpe, revelando a Zeyan. Su rostro estaba
-preguntó An, tratando de o
s de sí, su postura impo
has dicho? -pregu
u mirada, su corazón latie
ia ella, acortando la
cio. Que crees que Mei tiene un
sangre se le he
. cómo l
ás malinterpretando todo, An. Mei no tiene
frentarlo-. Todos dicen lo contrario. Mi madre, Mei, incluso tú con tu s
ceño, su mandíb
¿Que mi silencio signif
susurró An, su voz car
uvo lo suficientemente cerca como para que An p
res mi esposa, An. No
vuelco, pero la incred
lo has dicho? ¿Por qué nun
mano por su cabello, claram
protegería de la presión de esta familia, que te daría tiemp
menzaban a desmoronarse ante
yan
lugar aquí. Eres mi esposa, y no voy a permitir que
a mano y acarició su mejilla con delicadeza, env
e piensas, An. Y no voy a
An sintiera que el aire en la habitación se volvía más denso. Su mirada
tubeante, como si estuviera probando los límites de su cercanía. Pero cuando An no se apartó, cu
An sentía que su corazón estaba a punto de explotar. No sabía có
labios, su voz cargada de emoc
a vez estaba viendo al verdadero Zeyan, el homb
uró, apenas
uidado, como si temiera romperla. La besó con una ternura que An no esperaba, y mientras
torpeza, sus movimientos inseguros, que Zeyan se detu
? -preguntó, su voz
desvió la mirad
u mejilla, oblig
a, An. Te prometo que no voy
d en su mirada hicieron que An sintiera q
rró, con una valentía que
o. Fue un momento de descubrimiento, de conexión, y aunque ninguno de ellos lo sa
sostuvo en sus brazos, susurrándole palab
adie te quite de mi lado - Susurra el ho
eseada, amada. Pero en el fondo, también sabía que este era solo