La amante del jefe de mi esposo
vibración. Sofía, sentada frente a él, sintió un e
estó Daniel con un ton
u corazón comenzaba
y seguro-. Sé que estás pasando por un mal momento, así que he decidido enviarte por dos semanas a
ó, sorprendido
o... eso sería increíb
una leve risa al ot
sto te dará un respiro. ¿O acaso prefieres
e considerando la propuesta. Sofía, por otro lado
Daniel se fuera.
. -murmuró Daniel-. La ve
que su gargan
los detalles por correo. Saldrás en dos
ro y miró a Sofía con
era vez en meses, ten
ba atrapada en una sola idea: Ramírez la q
stómago, pero fingió una sonr
rró, aunque la pala
á con más energía de la q
ro dejar todo para última hora -d
ido de la puerta cerrándose detrás de él, se dejó caer en la s
eado esto. No podí
eocupación era juntar dinero para pagar el alquiler y hacer crecer su negocio. Ahora, estaba atrapada en una situ
, haciéndola dar un pequeño sal
más tiempo juntos. No olvides lo q
intió n
a gritar, quería llorar, pero lo único que pudo hacer fue qued
agarse frente a la casa. Se quedó de pie en la sala, mirando la puerta
no iba
, tres golpes secos r
mpostura, y caminó lentamente hasta la puer
ceptible en los labios. Vestía un traje oscuro, elegante como siempr
ludó con su tono
ó saliva
ol
invitas
mírez caminó con la seguridad de quien se sabe dueño de la situación. Se acomodó en
equio -dijo, dándole un
brazos, sin move
ué
lo y
temblorosas. Levantó la tapa y encontró en su interior un elega
el aire volve
o -murmuró, cerrando
rvó con una exp
puedes. Y
ncontrándose con sus ojo
uieres,
oyando un brazo en e
e el primer momento en que aceptaste mi ayuda, s
escalofrío recor
me darías m
él con un tono tranquilo, como si estuvieran discutien
s labios, desvi
qué enterarse. Yo estoy siendo muy generoso contigo, Sofía. Te estoy dando al
segundo, sintiendo una me
rechazarme, las cosas pueden volve
lavó en ella c
. O que la deuda terminara en otras man
su alrededor. Sabía que Ramírez tenía poder.
poniéndose de pie y arreglándose el sac
ntímetros de ella, inclinándose lo su
o esta noche. Qu
minaba hacia la puerta y la abría con la m
os pront
so, se
sala, con las manos apretadas en pu
e estaba
e o temprano, R