La esposa del candidato a la presidencia

ba

r fa

los sentimientos de alguien incluso más

uerdo..

rometió que mientras estuviese a mi lado nunca jamás me volvería a sentir sola,

con los ojos picándome de la rabia, las lágrimas atoradas en la

ma, no me ha sido infiel, no me ha

e podamos tener... -suspiró-. Tú sabes... la vi

mpletamente enamorada y no me importaba que, después de un día agotador, él solo se acostara a mi lado, en nuestra cama, mien

trañé t

do no llegaba a dormir, tan solo por dos meses,

hiciera temblar con solo verlo, debía aprovechar que se había fijado en mí y

idícul

charlo así cuando él solo ha

había hecho ver estrellas, pero el primero

en su auto tantas veces, siempre haciendo lo que él quisiera, cumpliendo incluso todas sus grandes fantasías; v

staba vestida de rosa, brillos adornaban mis cachetes, mis la

ta hacerlos sangrar-. Eres más de lo que mi imaginación puede llegar Ámbar, por eso no qui

vez terror que desataron esas palabras fuer

as que buenas,

ría su diner

me haya hecho semejante desplante cuando por fin en semanas había

que tienes, salir adelante e incluso fingir que eres feliz. En este mundo es a

veta la hermosa pulsera de diamantes que me regaló esta mañana. Suspiro viendo la mita

ro desde que amanecía conmigo y m

ba de su parte del clóset me encuentro

do, me estiro un poco, la tomo en mis manos y la llev

, bebé? -me preguntaba, con esa voz ron

bía dicho que subiría en diez minutos para ver una película conmigo antes de que

lla pretendiera subir; me había ordenado quitarme la ropa y ponerme una bata, y él, c

favor...

qué? -Detuv

vor, s-señ

do estuve en el baño tan perturbada y extasiada, escuché algo que

dejé algunas cosas para que pensara en mí, así que si y

soltar la caja y por consiguiente t

vergü

ítica de mi esposo se tapa la boca al ver todo lo que

e a recoger por lo que mi sonrojo aumenta más al ver sus expresione

é te re

que yo, y sus ojos azules oscureciéndose m

omo siempre, me

-Arruga el entrecejo cuando cierra la caja-. Eso es una mala s

usamos estas cosas, o bueno, él los utiliza conmigo porque dice que le encanta verme cada que tiene a

cuando me adentro al clóset p

o quisiera verle la cara a la mismísima Reina. Ronett se respeta, todos l

el sentido familiar, porque todo parecía que estaba bien entre ambos, hasta hace cuatro meses después de que alg

quizá futuro presidente de la nación pues también me hubiese puesto insistente con conseguirlo

tt cruzada de piernas como una gran princesa; con el cabello rubio liso rozándole los codos, su sonrisa blanc

izás ella no tenga mucho qué

-expresa en un

a animarse a tener una conversación real. Ella solo ha sido amable conmigo últimamente, justo c

me atrevería a

to me creería, haría algo

no en

e sentir extraña-. ¿Quieres salir conmigo

poco, porque no c

pre compra la ropa según las temporadas para a

or f

había dicho su hermano hacía unas horas cuando su telé

ome permiso para irse cuando ya lo había

espondo a Ronett t

os los pensamientos solitarios y nos