Ojala Fueras Tú
prometido que tendría tiempo para adaptarme, cada día parecía traer nuevos retos. Era
l. No era una llamada cualquiera; era una d
me acompañes a una
do mi bata mientras miraba po
esentes algunos socios que quieren conocer a
s seguían sonando extrañas en mi
ratando de sonar más se
ipo pasará a prep
riel era un hombre que no perdía tiempo en formalidades, alg
-
familia volvió a la carga. Esta vez, eligieron un vestido rojo ceñido que, según ellos, proyectaba conf
mí misma mientras subía a la limus
-
a disfrutar la comida. Gabriel ya estaba allí cuando llegué, sentado en una mesa privada en el rin
po -dijo, extendiend
. Me guió hasta la mesa, donde ya estaban sentados tres hombres y una mujer.
ometida -anunció Gabriel con
Sentí el peso de sus miradas como si estuviera bajo un microscopio, pero s
e. Sin embargo, hice un esfuerzo por mantenerme interesada, sonriendo y asintiendo en los momentos adecuados. Gabriel, por su parte,
un empresario de cabello plateado
hablado mucho de ti.
mos ensayado esta parte, pero e
una sonrisa que esperaba que pareciera natural-.
mirada me decía que no esta
tar con alguien tan
o antes de que p
da. Es una de las muchas razon
no cuestionarlo. El resto del almuerzo transcurrió s
-
como si hubiera pasado una prueba importante. Gabr
un buen t
ido? -pregunté, l
nrisa cruzó
ngo q
netrable. Gabriel Montenegro era un hombre complicado, eso era evidente. Pero ha
regunté mientras
o el principio. Si vas a estar en mi mundo, nec
rtencia no hacía más q
-
bajar al jardín. La mansión estaba tranquila, y la brisa nocturna era refrescante.
tono más bajo y suave de lo habitual. Me ace
neado. Emma está cumplien
as. ¿"Cumpliendo su papel"? ¿Eso era todo
ra para lo que me habian
llamó su atención. Se giró rápidamente, sus ojos grises encontrá
ahí? -preguntó, su voz
-respondí, cruz
uardando su teléfo
es lo qu
que soy solo una herrami
ería alejarme, su pres
Emma. Ambos sabem
o significa que no
culpa cruzó su rostro, pero desapar
cciones. Este acuerdo tiene que funcionar, y e
s, pero no podían borrar
uré antes de gir
arrogante, controlador, incluso cruel a veces. Pero lo que más me aterraba era lo que empezaba a despertar en mí. Porq