Guarda el Secreto
lyea
dolescente lo confirmé, pero al crecer, Killian me enseñó que el
las familias de la Élite Sueca. Para las personas normales como yo, acabar casada con un multimillonario atractivo, cariñoso y respetuoso, se puede asemejar a un cuento de hadas. Y lo
cioso. Todos los dÃas que me levanto a su lado lo son, y es
a del continente...– la voz d
rfectos abdominales se marcan como consecuencia de su ejercicio. Posee fuertes brazos libres de algún tatuaje y en las manos una bandeja con un rico desayuno. Su
unto con una sonrisa, mient
odo para recibir la bandeja y la coloca en mi regazo. - Jamás
lo hacen y se siente bien. Estar a su lado
ro revisando la bandeja. Café,
.- unta la mermelada. - Con esos ojos verde esmeralda, llenos de inocencia...- se me escapa una
zanahorias...
erca para darme un beso. Solo basta con una caricia de s
error, y aún asà supe que él se habÃa robado mi corazón. Ahora, tras varios años sus besos
ue el apetito...-
l no haber ningún muro entre nosotros, vuelve a mis labios, esta vez con más intensidad. Mi lengua recorre su boca, se encuentra con la
.- confiesa colocándose entre mis piernas. Con sus man
e?...- le pregunto con la
camisón y tengo que poner de mi parte para hacer desaparecer la prenda. Mi cuerpo queda expuesto y
.- me responde con calma, m
algo cansada
trabajo?...- me rÃo al sen
acerca aún más. - El trabajo puede esperar..
anera especial y única. Sus besos ascienden a mis senos y jue
ta y le miro divertida. Killian agarra una de mis piernas y
Ãe satisfecho mientras con su otra mano dirige su mascu
basta para que me desvanezca. - en los que quiero cogerte sin
quedarnos en estas cuatro paredes
sujetando mi cintura. -
qué
e y me penetra de
sonrisa que me regala tras eso lo dice todo, llegaremos tarde al tra