Ya no me duele
mí. Él me miraba, tal vez decidiendo si podía dejarme sola. Si po
los ojos. - No te vayas. Quédat
lo fácil que salieron de mis labios. No quería que
guien como yo? Una desconocida, una huérfana que apenas había alcanzado la mayoría de edad, sin ningún valor. Simplemente aceptaba su cuidado como algo natural, como si el destino mismo hu
plicas, si, en verdad, no necesitaba mi consentimiento? Él ya lo había decidido todo por mí. Mi alta, los documentos de tutela - todo eso ya estaba en su carpeta, cuidadosament
mis pasos, sino como un amigo mayor. Alguien que cuidaba de mí, alguien que quería lo mejor para mí. Eso era más fácil para él. Cuando empiezas a confia
él de todas formas, a pesar de todo. Porque allí, en esa casa, conocí a alguien que se convirtió en alguien más cercano que una madre. Alg
do en la vida. A pesar de todo el horror que me rodeaba, a pesar del miedo y la incertidumbre, con ella sentí que
piedras preciosas, los guardo profundamente dentro de mí, para que no pierdan su fuerza, para que no se desvanezcan bajo el peso de la realidad. Esa
ese torbellino de eventos, donde encontré a alguien cercano. Alguien que me hizo sentir necesitada.
re quedaba al menos una franja de luz, un rayo delgado que entraba desde el pasillo, a través del cual se veían las sombras de los enfermeros. Incluso en
r cada rincón de mi mente. Esta no era mi habitación habitual, no eran esas frías sábanas que arañaban mi piel. Esto era algo distinto. ¿O tal vez no estaba aquí?
narios más oscuros, susurrándome que todo esto es solo una ilusión. ¿Quizás fue solo un sueño? Y ahora la realidad volverá a engullirme, y de la oscuridad llegará ese mismo repugnante cru
i cuerpo. Exhala. Intenta moverte. Mi mano se desliza por la cama. No hay correas atadas a mis muñecas.
casa de
incorporo sobre los codos y escucho. Parece que la casa está en silencio. No hay ruidos. Mi boca está seca. Mi garganta como si hubiera sido lijada, y siento que cada célula de mi
cocina yo misma. Pero, ¿y si en el camino me encuentro con alguien o algo? ¿Y si esta casa está llena de rincones oscuros, como
lfombra, sienten cada hebra. Una sensación extraña. Me deslizo cuidadosamente hacia la puerta. El silencio se extiend