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ne
nalizar mi café, arrojé la servilleta sobre la mesa; no podía quedarme allí, y escuchar las sarta de estupideces de mi madre, y caminando a la salida tras tomar mi bolsa, me dirigí a m
dre a mis espaldas, y tratando de mantener la calma, me quedé ju
or qué ponerte así, e
streché el puente de mi nariz al
e? Era de mi padre, pero e
a ira en mi interior, por lo que lo más sensato fue regresar a mi oficina para trabajar, tenía tant
ustiva de lo que se exhibiría en el desfile, y escuchando mi
la, Señorita LeBlanc, al parecer desea
unos segundos, y pidiéndole que se retirara, me centré en lo que tenía que h
osa oficina -esa voz me
ista, Jordán se colocó de pie frente a mi, actuando con total con
legar así aquí? ¿Y entrar a
un poco, y saliera enseguida; mientras que él muy sínico no borrab
de cerca durante su ausencia, algo que ambos
e la silla frente a mí, y subiendo sus sucios za
rtieron, y ni siqu
lpeando sus pies con mis manos, los bajé de mi escri
vale que salgas de
y notando que pretendía ignorarlo él se acercó a mí, c
a colección en tan poco
evisando los informes de mi equipo y asintiendo, hacía que me sintiera un poco incómoda
y muy poco tiempo; espero pue
besarlo, quise olvidarme por completo de su presencia, y tirando de mi s
esta empresa, pues si vamos a trabaja
de guía de turismo. Agitando mi cabeza, me negué a toda costa a colocarme de pie, y acorralándome en mi silla, colocando sus manos
la manera de hacerlo... -y se pasó la lengua de por l
lo sucedido en el tocador, y sabiendo que era capaz de eso y mucho más en la soledad de mi oficina, de
costura, debes conocer el co
, quien no dejaba de mirar mi trasero, y caminaba por las instalaciones del lugar, la mirada de todos los trabajadores
no de los diseños que ya fue aprobado, y realizado para el desfile; aún
rdan se hallaba centrado, parecía genuinamente interesado en apre
trabajando en las piezas centrales
stura que laboraba a toda máquina, me quedé maravillada al ver el trabajo arduo, ejecutado por
a, si
y escuchamos como una de las trabajadoras me llamab
saber si ya revisó esta p
costura, me extendió una falda de gabardina, revisada previament
¡No puedo creerlo!
mujer mayor se acercó a él, quie
empo sin verte! -le respondió esbozando un
me quedé descolocada, ya que no c
que imagino que aun sigues siendo el m
iliarizado con esta mujer que no dejaba de halag
ta Ginebra, Jordan sería
, detestaba que todos lo halagaran cuando simplemente era un pat