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Una madre para Connie, Un contrato firmado.

Capítulo 2 La coartada perfecta

Palabras:2259    |    Actualizado en: 09/09/2024

a habitación. Esperó en la recepción mientras llegaba el botones nuevamente para interrogarlo y preguntarle en qué piso estaban las personas a qu

, admitió que entendía y no había problema alguno, confesando que le dejaría un mensaje en la recepción antes de marcharse. El guía asintió y se fue, dejando la tarjeta en la recepción. Randy se da cuenta de ello y se dirige hasta

le que le indicara dónde estaba el baño porque tenía muchas náuseas. La señorita le señaló donde se encontraba y ella caminó en

ar esa sensación con su exnovio Michael, él no la complacía y hacía sentir bien como mujer. Gerald disfrutaba de su compañía y de su aroma, a pesar de no estar tan consciente de ello, la sensación estaba allí, se tumbaron en el lecho y con

e. Esperó un par de horas mientras cesaba el ruido. Todo estaba en absoluto silencio, se quitó los zapatos de tacón y entró a la habitación con sigilo, abrió la puerta muy lentamente y se dio cuenta que la luz del baño estaba encendida, asumiendo que alguno de los dos es

a hora junto a él, y caer en cuenta que había tenido sexo casual, una parte de sí misma se arrepintió porque lo que había hecho no era propio de ella. Este se

n le dejó una breve nota, con

tar que tuviste un día malo, tal vez por eso quisiste embriagarte. Pude llenarme de valor para acercarme a ti a hablar y por fin conocerte. Quizás no me recuerdes cuando despiertes, pero me atrevo decir que me enamorar

mantha en aquella carta seguido de su contact

rla, se desnudó acostándose a su lado. Ya sabía su nombre, ahora solo quedaba hacerse pasar por la mujer con quien él había tenido ese encuentro carnal, lleno de lujuria. Se sintió feliz de haber tomado el control de la situación, aunque l

ndido y con un terrible dolor de cabeza, se preguntó dónde estaba, no recordaba casi nada de lo

cometí algún error contigo.

s por esa gran noche, tenía tiempo sin sentirme tan am

icina para darme malas noticias con respecto a un negocio, despierto aquí. Aunque admito que l

hacía, pero si me das la oportunidad podemos saber

lpeme,

per, ese es

o de lo que pasó anoche y a pesar de que mi mente estaba nublada

mitidas por Gerald, pensando que caería en su trampa, a ningún ho

siento muy confundido y no quisiera enro

on él y no quería dejarla con el corazón roto.

te dieras cuenta. Me acerqué a ti porque noté que no estabas teniendo un buen día y quise ha

sus palabras, se dirigió al baño a duch

é pronto. Hablarem

que estaba bien y se sentía feliz pero avergonzada por lo que había hecho. Su abuela angustiada la perdona, esperando ansiosa su regreso. Mientras iba en el autobús de camino al pueblo, Samantha por primera vez sentía que había hecho algo divertido y fuera de lo convencional, pero no se sentía orgullosa de ello, lo

posa y tú solo fuiste un placer más. No me busques ni te acerques a

ción, pero por qué tenía que pasar por tanto sufrimiento, qué hizo ella de malo para que la trataran así, qué hizo mal para que Gerald le escribiera así, de esa forma. Luego de secarse las lágrimas se

ablar con alegría, y ahora ll

todo lo ocurrido p

ena de impotencia y furia aprovechó el momento para agarrar su teléfono y escribirle a Samantha haciéndose pasar por él. Si Geral

ba de haber estado con ella, quizás al besarlo pudo notar que no eran los mismos labios sino los de otra chica que no recordaba, decidió contarle todo a su madre e idearse otra artimaña para conquistarlo. Ya Sama

luz. La única persona de quien pudiera estar embarazada era de Gerald, no podía ser de nadie más, ya la conocía muy bien y sabía que no estaría con más ningún hombre después de lo ocurrido. En ese momento,

haber estado embarazada de él. Le guardaba cierto rencor y no podía soportar el hecho de regresar a conversar con é

buela estaba con ella. Lograron auxiliarla y llevarla en ambulancia al centro de salud más cercano. El doctor y las enfermeras del hospital

ue se encontraban a su lado, hasta que por fin escuchó el llanto de su bebé. A sus oídos llegó el sonido a

ña! - le di

ía y guiaría para que tuviera una vida mucho mejor que la su ahora madre. Su abuela, feliz al saber que tenía una nieta la fe

onnie. – menc

e hermoso! –

a llevarle algunas mantas, pañales, entre otras cosas, y de acuerdo a

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