La mujer que conquistó al CEO
ó David, visible
y seguro ya va a nacer el bebé, pobre mujer -le dije a David con sarcasmo-. Conozco a un buen masajeador de pies y de espalda p
onfundidos. No voy a llorar por un hombre que vale tres c
puerta de la calle se cerraba. Al pare
l de hombre, y ni siquiera terminé mi carrera porque me dediqué a criar a un
mañana mismo. Aunque sea de intendente, debo conseguir algo para no morir de h
antes de que el mu
n tanta paz y tranquilidad com
ijo, salí decidida a encontrar un nuevo empleo. Aunque había hecho las pa
me dirigí a la calle en busc
nidamente. Di vueltas por la ciudad, llamando a todos
ar por alto un anuncio q
o encajaba con mis estándares. Me inclino por los hombres
a empresa que llevaba el a
eona
experiencia laboral envidiable. Sin embargo, durante las entrevistas, ninguno logró impresionarme
a la conclusión de que ninguno era adecuado para e
Mar
sta de trabajo -dije con seguridad, aunque la act
iba abajo, con evidente desdén en su rostro. Sentí c
otar su gesto crítico-. Sé que tengo curvas pronunciadas, pero dime, ¿quieres que te diga d
con molestia, pero decid
ijo, señalan
acia la puerta indicada, que resul
exquisita figura tiene su costo -respondí con firm
lo soy. Ahora me amo tal y como soy, y aq
pondiente al piso 35, decidida a enfrenta
erando mi llegada con ansias. Una sensación de optim
musité con una sonrisa mientras avanzaba decidi
avidad y escuché desde
ombre que estaba frente a mí. No era un bombero, pero su prese
guntó con una mezcla de
respiré profundamente pa
por el puesto... Soy una aspirante a... -empe
ró, interrumpiéndome antes
la rapidez con la que me ofreció
eon
nombre, mi coraz
un poco, su rostro aún conserva
mosa ca
de quedarse hoy mismo a trabajar? -le pre
lo que estaba escuchando. Sin embargo, yo estaba
te ha de ser muy cansado? -cuestionó, con una m
humanos -respondí con una sonrisa, esperando que aceptara e
ba incredulidad y
acer nada de eso. No sé ni usar unas computadoras. Prefie
prendió, pero también me