El chofer
rero, de veintinueve años, recobraba su libertad luego de dos años
anar algo de dinero para irse de la ciudad y así comenzar una nueva vida. Aquellos a lo que alguna vez
año aún persistía en su ser y consideraba que la distancia era e
no se perdió a lo lejos de aquel recinto carcelario tomando rumbo hacia el suroccidente
siempre creyó en él, jamás lo abandonó e iba a verlos dos veces al mes.
lida bienvenida. Le brindó patacones, huevos revueltos y jugo de maracu
-dijo Nelson -Est
que es vivir cada día sabiendo la injusticia que cometieron conmigo. Hubo momentos en que sentí que no podría soporta
al sonrisa, aliviado de ver
endirte, Claudio. Ahora e
a simple compañía del otro. El sonido del tráfico en la calle y el aroma
sintiendo curiosidad
inclinándose ligeramente hacia adelante-
abras mientras buscaba la manera de expl
ejos en donde pueda estar tranquilo
eptando aquella decisión con pesar, solo le dijo a Claud
lo h
lia. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que la había visto en persona, y aunque las visitas d
esquina le traía recuerdos del pasado. Los edificios seguían siendo los mismos, pero Claudio se sen
. El jardín delantero, que su madre cuidaba con esmero, lucía tan vibrante como siempre, con geranios y m
r de estatura baja, con el cabello canoso recogido en un moño. Su rostro se iluminó al ver
olo con fuerza-. No sabes cuá
lviendo el abrazo con igual intensidad-. N
e casero llenaban el aire. La señora Emilia siempre decía que no había problema que
es que adornaban las paredes. Algunas de las imágenes mostraban a Cla
eguntó su madre, sirviendo u
o, tomando un sorbo de café-. Ha sido un camino
ió, mirando a su hijo
as pasado por mucho y has salido adelante. Ahora es mo
dolían, estaba decidido a seguir adelante. Estar con su madre, sentir su apoy
grado sin ti -dijo Claudio, sin
la señora Emilia, tomando su mano-. ¿Y qué p
pensamientos ya empe
bía tenido una pasión por conducir-. Es un buen comienzo, y podría darme la
reconociendo la determinac
necesites. Confío en que encontrarás
mera vez en mucho tiempo, tenía una dirección clara. Con el apoyo de su madre y su amigo Ne
erlo partir, pero sabía que era lo mejor para él. Así que, le dió la bendición y empacó comida p