Un alfa arrepentido: vuelve a mí, mi luna
meses
a
n. Había una especie de montaña a lo lejos, en
ó a su mansión. Solo me mantuvo encerrada los pr
ía me costaba transformarme y no podía controlarlo. Por má
desilusionando poco a poco. Nunca tuvimos intimidad, ni siquiera me hab
í? -cuestionó una explora
a que se quedaba viendo a Cale
r tener un poco de co
ire, ¿cómo les fue? -pregunté, a
eno medio día. Ella no fue la única en llegar, tamb
. Los alrededores siguen estando despeja
a de nuevo, pensando en cómo la había tratado
Claire se había vuelto una especie de amiga para mí, al
s que con el propio Caleb, es
ciendo? -Su vo
ncontraran. Esas iris grisáceas me dejaron co
eb -ti
a -dijo, cruzado de braz
una
rtad -le recordé-. ¿Desde cuándo
r por tu cuenta? -refutó, sentándose fr
.. -murmuré, molesta por su act
da y de nuevo sentí una gran int
evas a con
en mi propia mente, distorsi
jos había
y quieres decirme, Laia -a
stioné-. ¿E
casi extinta y los únicos que solían ten
asi
crucé de brazos y lo miré, esperando
que soy un imbéc
él. Mis labios empezaron a temblar porque eso significaba que
le importé en
nada en estos últimos me
, Laia -confesó-. ¿Vas
eno
achorro -soltó. Casi me a
ajo la luna que nos convertiría en una pareja legal. Para ti fue suficiente anunciarlo con unas pocas palabras y ya
inaba en mi interior. ¿Cómo se le ocurría seme
e detuvo. Su mano tocó mi muñeca por primera vez y una electr
endo el ceño-. No voy a aceptar un no por respues
leb? -indagué, mordiéndo
extraña mirada de reproche. Era como si me qui
je, soltándome
iosa porque durante esos meses no me había permiti
ad
ía corazón, ¿para que quería un hijo? Se
.
cerrar de ojos. Estuve pensando tod
ncontrar esa chisp
ante la luna como esperaba, seguía te
lo tuvo intimidad, pero no le llegó a exp
ptar su propuesta. Yo nunca había estado con un hombre, así que me costaría, p
na provenir del interior. Mi pecho se apretujó y mis
aba entre abierta y decidí
scarme después de encontrar a
í mi boca para no dejar escapar ese ahoga
os. Caleb seguía teniendo esa seria expresión en su rostro, pero me de
mi corazón no podrá pertene
zón se salió de mi pecho, cayó al
eis meses en donde ningún otro lobo me llenaba c
he dicho siempre. Tampoco siento nada
luna conmigo, querido -habló, con un to
ves, po
o beso que ni en mil años hubiera hecho conmigo. E
logrado cambiar sus sentimientos hacia mí. Me di cuenta de
de u
un cachorro mío? -so
zada fue Claire. Mi mate seguía con su típ
plicarlo -dijo ella
olos, por
das que se había quitado, marchánd
e podías entrar en mi habitac
la
ar y tu luna no? -cuesti
una extraña -defen
pantalón puesto, pero estaba sin cami
lté, con ironía-. Vayamos al grano,
pero no me hagas un dram
rganta-. Pensé que lograría hacerte cambiar de opinión. Pensé que podríamos
esta manera... Pero yo no sentiré una conexión a
uscaste?! -chillé
n un cuento de hadas, en un romance del c
serí
lamó, cerrando los puños-. Supe que existías por el olor que me llegó en ese momento, pero
las lágrimas-. Eres muy cruel, arrogante, i
esopló-. Lo siento, pero la verdad es que no
que necesitaba oír para despertar de ese sueño inalca
Y ni se te ocurra decirme que