Te pertenezco

e

s algo bueno porque estás cumpliendo entonces eres el centro de atención, juguetes, muñeca

s el gran parecido de ambas, siempre mencionando que somos hermosas y de buen corazón. ¿Eso me haría tener el amo

re ese día. Mi papá era un empresario conocido, siempre se esforzaba, estando ocupado continuamente, los empleados d

su atención, moviendo de forma brusca me hizo caer sobre mis nalgas, sentí muchas ganas de llorar. Sin embargo,

de mi jardín, un montón de niño

estra también ayudo, pero no recibí nada de mi familia. En el colegio decía

ban reunidos. Esta vez fueron mis hermanos quienes me miraron con cara

emelos. Ellos eran más grandes que yo, según todos, yo nací cuando ellos cumplieron los 13

esora decía que era una flor que a todos les gustaba, ella una vez lo dibujo, cuando me acer

llido, me rascaba mi cuerpo y me dolía. Me tuvieron

jor amigo de mis hermanos, era la persona má

e sus ojos

ue me sigas llama

r que eres amable por dentr

el hospital, y me da un beso en la frente -¿Esos neandertales no v

mpleaños. ¡Se acordaron! -Le doy una dulce sonrisa, es

l v

y mi padre. Dejando que nunca volviera, por primera vez salí donde mi padre para rogarle que dejará volver al castaño oscur

nada -La mirada fría de mi papá, me hace temblar, bajó mi

tan horribles de mi infancia. Estúpidos, malditos... No podía odiarlos, después de todo er

duos, solo me dedicaba a mis estudios, y quedarme leyendo hasta que tenía la oportunidad. Quería s

a, sí... Pero, si fuera tan rica no me hubieran metido en un colegio del gobierno, no estaría yendo en transporte público

lveríamos a cruzar, no tendría contacto conmigo, era algo bueno, después de todo podía verlo a los lejos. Era alg

l otro era el subdirector de la empresa de papá. Trágica historia, ¿por qué?, mis compañeras de curso siempre preguntaban por ellos, decían que teníamos apellidos similare

estro parecido, nuestro rostro es el mismo, en todos somos iguales... La única difer

astante para llegar a tiempo. Un carro pasó, y pude distinguir a mi hermano el publicista, Mathias. Sabía que

nocido me hace saltar del susto, cuando me fi

ndo -Pero, ya estoy acostumbrada -De esa forma subo al tr

fuera con él. Ciertas cosas estaban enterradas, y no me importaba nada más, solo quería olvidar todo por un segundo,

para no llegar tarde. Me estiré cuando pude llegar al lugar, estirándome para entrar con todo el

no lo fuera, en ese lugar se forma mujeres y hombre que juzgan todo lo que haces, lo que llevas vestido, con cuantos te has acostado, porque debía ser realista

s de la ciudad, pero está aquí, en un colegio estatal, porque no sirve para nada o simplemente es una bastarda. No estaba tan mal lo

e estaba llamando para llevarme me dijo que recogiera todo; simplemente le hice caso. No me dijeron mucho, solo me llevaron a fuera, donde uno de los empleados de

lugar, solo los que tienen el dinero pueden permanecer en este lugar. ¿Alguno había muerto?, sen

a, pero con este montón de persona me estaba viendo el doble. Al llegar a la habitación me enco

o que ver con darme la vida. ¿Qué debía sentir?, ¿Estaba segura de sentir odio?, ¿Amor?, ¿Qué era el amor?, una mierda cuando no es mutuo, en mi caso... Siempre estuve rogando por é

hermanos y mi padre. Mathias y Matthew hablaban entre ellos, ¿

tenía ninguna expresión. No respondí, esta ve

cuerpo se movía de una manera violenta que solo me hizo ce

da me estaban preguntando por la vida de alguien que me odia, ¿no debía devolverle de la misma forma? -¿Quieren que diga que lo dejen vivir?, ¿Qué esperen un puto milagro de Dios?, ¿Quieren eso?, ¿Qué yo tenga fe?, dejen de ser tan ilusos -Suelto una carca

acercar para calmarme, sin emba

nada de mí, así como yo de ustedes -Señalo el cuerpo del que se supone es mi padre -¡Déjenlo morir!, Quiero que se pudra en el infierno, así como ustedes, ¡Los odio!, Los od

o llorar más fuerte mientras apretaba con fuerza la mano que cubría mi