El Francotirador: Disparo al corazón
ansmisor conectado al audífono que cada uno de los cuatro h
esperando el momento ideal para cumplir con el trabajo sin fallar y sin levantar polvo. La orden es la
las noches el frío hace de las suyas, lo que aunque Ariel reconoce es tremendo, en nada les afecta. Ya han pasado por pruebas donde la exposición
la misma motivación con la que iniciaba y terminaba cada trabajo que le encomendaban. Otrora, recuerda era uno de lo
si en un susurro por el transmisor que tiene pegado a la chaqueta con la que además de cubrirse para evit
ento chocando en el rostro de cada uno, todo es calma, una tranquilidad ensordecedora, pero tan acostumbrados están a esto que n
ación que el enfocar los pensamientos solo en el objetivo y todas las particularidades
ciones de vida afectándole! ¡Qué retador pudiera ser para c
o está. Esta experiencia fácilmente puede distraer a cualquiera, sin embargo, en un militar especializado en tirar del gatillo se esp
usencia de ella la ha sentido aun estando a kilómetros de distancia de su país. En tod
se nos va a escapar, esta es la última oportunidad con la que contamos -Le advierte
iato. Ve que el objetivo se mueve y Ariel no aprovechó la oportunidad. Aquel camina hacia un grupo
nar. Justo en ese instante al ver que los que estaban alrededor, se pusieron alerta, recordando la orden de no dejar cabo suelto, no le quedó más que disparar a tod
cumplir con la misión. Con el apoyo del resto de sus compañeros, Ariel y el re
donde pudieron ponerse de pie y caminar entre la oscuridad y las numerosas plantas altas, hasta el lugar donde recuerdan dejaron el jeep. Dos hora
scansar después de ducharse, cuando recibió un llamado de su
cita Ariel al estar en la entrada
y tome asiento -Le ordena sin quitar
s el Mayor termina de leer.
ito por su actuación; pero, no puedo sentirme tan satis
r -Admite Ariel
de los especialistas que lo evalúe desde la distancia -hace una pausa-. Cuén
gotamiento, solo eso, Mayor
que por distracción comete un error, mínimo, pero error al fin. Error que, de proseguir y acentuarse, puede poner en riesgo la seguridad de todo un país -Le expresa con firmeza el Mayor-. No crea que no nos hemos dado cuenta que no ha superado la muerte de su
de Ariel, reconociendo que el Ma
decidió solicitar una evaluación con un especialista de la fuerza especial -Le informa mirando con atención la reacción de Ariel-. Del resultado de la misma se decidirá que resolución he
forme con la petición-. Sí no hay más q
paña con la mirada en su recorrido por el de
mismo después de la muerte de Sherelyn, pero estima que no es para tant
Una de las reglas que le impone el cumplimiento del deber es la puntualidad y por eso se encuentra frente a la puerta del
entes -Le pide la se
rogantes un tanto tediosas, y que vieron su punto de algidez cuando llegó al tema de Sherelyn. En esa etapa, desde el comienzo de la relación hasta el pro
l, sobre todo la amargura, el deseo constante de morir que lo acompaña en todo momento, los momentos de excesivo apetito y otros en los que nada le provoca
gó un instante en el que se most
al doctor, poniéndose de pie de manera inesperada y
eguntas -Le pide el doctor al
a puerta sin la sutileza que se espera de un agente que dista mucho de la s
bien quisiera, pero es lo que le pide el subconsciente, es lo que le pide su corazón destruido. Dentro de él no hay un sentimiento pulcro, bonito, como lo