Sangre Roja Para El Alfa
de
ue otoñal, el frío eriza su piel, y su mente se e
cabe
pitar que entorpece su visión. Aun así se levanta totalm
leatoria. La confusión la invade, no entiende cómo terminó en ese lugar, si tan solo hace un instante estaba por entrar a su trabajo
n turno en el neurólogo _ se dice a sí misma tratando de calmar su ans
ta es torpe debido a las hojas secas, ramas y arbustos que cubren el suelo del lu
n a quien pedirle ayuda, pie
r la atención de los portadores
uí? Estoy pérdida necesito..._ Su voz se corta al escuchar el claro g
lugar y le causa un
cuentran con un perro, grande, muy grande, parece algún tipo de
tensan congelándola en el lugar, lo último que nec
derecha gruñendo y cada vez que se aproxima su porte parece crecer. Es en
teado, con blanco en el pecho y ojos marrones, al igual que el otro es enorme. Pero lo peor son
sabe que mostrarles miedo solo los invita a m
or valentía y enojo que puede fingir, pero eso solo gene
así. O contagiada de rabia, ni siquiera recuerda si tiene su vacuna antirrábica colocada. Su respiración es irregular
ulina y fría la c
este territorio?
rocede de su espalda. Decide ignorar la pregunta y e
privada, me disculpo, yo no sé dónde es
he escuchado decir de una chupa sa
us perros, piensa Nice. Bueno, no
causa que los perros ladren mientras se agazapan preparándose para saltar. El miedo la invade y ella decide dar un paso hacia atrás alejándose de las bestias, pero al hacerlo choca con algo. No tien
geramente angulosa, y una barba tupida y bien recortada que le da un aspecto salvaje pero atractivo, en conjunto con su cuerpo grande y musculos
cido la noquea con un fuerte golpe en su
nconsciente con furia y asco y
con eso?_ pregu
gira y se aleja
asta aquí, debe saber alg
ión en el hombre que la sujeta con as