La oscuridad de tu mirada
.v
almente no se ha calmado para nada mi nerviosismo, mi corazón va a c
taleza que podría ser la cárcel, aunque en la puerta no hay nadie,
ltos y musculosos salen de ella. Uno rubio y otro moreno. "Wow, llevan t
ue me había servido de mucho durante el viaje, sobre todo por sus charlas
, voy directa
mente a su dormitorio, usted debe acomp
ienso que todo va bien ocurre algo?, y yo aquí, muy valien
ice que de ellos no se ha escrito nada, camino haci
bo otra mirada de los dos, para luego acabar mirándose entre ellos. Yo dejo de prestarles atención y me
aparece un tercer hombre detrás de la puerta. Es un señor mayor, pero se ve que está en m
ñor, aprovecho y voy
parece que sus guardias salieron t
que para ser medianoche hay demasiada gente en el
tán heridas, incluso hay niños y m
juntas, el señor que me ha guiado hasta ahora me
una mujer muy hermosa, esta se sienta
n calma mientras se reclin
nto, siento que a
d? No entiendo para qué necesito eso cuando solo vine aquí a hacer de d
que puedas ver u oír entre estas paredes. Si piensa
rán aquí para que necesi
amente está ma
eren proteger para
que el precio es alto,
ierro los ojos–. ¿Con qué pagaría si lo llego a incumplir?, aunque no creo que lo haga
otro lado si no firma, la mataremos igual, ya sabe
dando a escoger. ¿Qué
se queda y si mantiene un buen comportamiento, se puede ir, ahora si decide
negociar mi libertad y fallado, firmo sin necesidad de escuchar más na
me había metido en una buena. El sí que no sabe de qué estaba hab
o, le explicaré debidamente en qué está metida,
rme, de peligrosa y amenazante a a
ser observada por todos. Las personas que se concentran
ita Ce
cir en medio de toda la confusión y el
–Sin darme tiempo a digerir la bomba que acababa de soltar continúa explicando– Esta en especial es un centro médico, aquí se curan las heridas y se le da asilo a cualquier cambiante necesitado. Para poder escondernos del m
e la mejor palabra que me d
bromeando, ¿no? Es que eso no puede existir, estamos en el mundo real y aquí eso no existe... ah, ¡ya sé!, ¿e
de ocasionales risas–Hace tiempo que no me reía así, con eso de que no existimos, ¿eh?... qué chiste tan bueno, y tu cara, ¡Dios!... No, no es una broma. Sí existim
chacho que lleva un inme
largos, casi treinta. Me fijo en que tiene una pequeña herida
ndaje, pero me quedo quieta donde estoy en lu
uriosidad por ver lo q
sada, pero les voy a dar la oportunidad de demostrarme