Segundo Amor
donde Ángela me pasa un vaso de jugo de
mi piel, donde siento un beso en mi mejilla-. ¿Está
sonrisa, dejándole un b
estamos llegando al con
do su presencia reconfortante a mi lado. Estoy nerviosa y e
camilla mientras Sebastián se sienta a mi lado, sujetando mi mano con firmeza. La obstetra aplica el
la, con sus brazos y piernas moviéndose frenéticamente. Mis ojos se llenan de lágrimas y no pue
ecito, todo es perfecto. Nos quedamos un rato más admirando a mis bebés en la pantalla antes de de
io de la obstetra. -¿
xtraño, quisiera que él estuviera aquí conmigo viviendo este momento
s que su papá está en el cielo? ¿
ro, quitando mis lágrimas y me da
on, porque no quiero que ellos ni nosotros olvidemos a Daniel, que más que ser mi amigo, era mi hermano. Pero
a los niños, pero necesito tiempo para sanar, para aceptar que Daniel ya no está físicamente con nosotros. Pero prometo que te da
lir adelante. Caminamos juntos hacia el auto, con los corazones unidos en el dolor y la esperanza de un futuro mejor. Daniel estará siempre pre
edo volver a amar. Es la promesa que le hice el día de su entierro, cuando la abuela Franchesca me dio la razón que me m
manos en mi vientre, son tres y es el regalo más hermoso
re maravilloso a mi lado. ¡Dios me está dando otra s
ue Daniel estará mirándonos desde el cielo, guiando nos en este nuevo camino que estamos tom
speranza. Gracias a Daniel por todo el amor que me dio, por todos los momentos felices que vivimos
astián y mis preciosos hijos. El amor es infinito y siempre encuentra la manera de abrirse paso en nuestro corazón. Estoy lista para am
ta Sebastián, mirándome con esa
ngo que comer ahora por cuatro, así que creo que te voy a deja
to que me pongas por delante -me respond
juntos. Nos conocemos desde hace años y nuestra amistad ha ido creciendo hasta convertirse en algo más. Ahor
eímos y compartimos anécdotas mientras disfrutamos de la comida. Sebastián no deja
conexión que hay entre nosotros. Sé que este momento es solo el comienzo de algo especial
inua