TORCIDOS: enamorada del primo de mi novio
stúpido! No supe manejar el vivir tan cerca de Maël y me arrepiento de las mil tonterías que pensé en decirle,
.., ser vista también, ser vista por "él". Deseaba estudiarle, canalizar sus maneras de vivir y de ser. Ya era grande, era un homb
olverme a Braga y encerrarme lejossss, alejarme por completo dando la mejor excusa del año. Pero cuando mis recuerdos se pierden entre aquella piel y
quilidad. Pero durante sus paseos dentro del recinto, miraba, buceaba, nadaba y hasta se ahogaba enseñando, mostrando su engalanado encanto corporal dirigido expresamente a mí. Sí, léase bien: A MÍ. Antes que me ignoraba, y ahora que desfilaba delante de mis retinas. El sujeto vivía mostrándose a diestra y siniestra frente a mis e
por qué diablos en su infancia, tal vez siempre sintiendo pena por mi
utismo discretamente lo miraba. ¡Y mentalmente lo insultaba! Niñato... lu
presencia. Ese desfile era tan cierto como la noche y el día.
l: ¿Qué estaría haciendo en su habitación? ¿A dónde había salido tal noche? ¿Le gustaría comers
pude sentir cómo una maldición celta fue lanzada sobre mí
he y él lo puso to
instante en sus pensamientos, mientras Nikko reía con algo
pero muy en el fondo la lluvia rellenaba el espacioso huec
rneras de su ajustado jean para luego sentarse en frente
ue por primera vez en aquella actualidad tuvo el coraje de mirarme fijo a los ojos, alejando
en su silla logrando que mi ten
ariza, la que dice...? Ya va, e
o y me giré para verl
. Creo que dic
-se adelantó el propio canto de Maël-, "e ei
echó a re
. Nikko le siguió entre risas burlo
concreto, porque la canción rezaba que "la lluvia oyó y calló un secreto
garganta. Quise cambiar mis lastimeras facciones, presas d
é innumerables veces el por qué Maël se atrevió a dedicarme