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Hijo Sorpresa para el CEO

Capítulo 3 Capitulo 3

Palabras:1052    |    Actualizado en: 20/06/2024

chazara o aceptara mi propuesta. ¿Cómo sería volver a v

mente dijera: "Está bien. Subiremos a l

e cuántos so

un asistente, un fotóg

í se fue mi tiempo d

ré allí durante el resto de esta semana y la

molestando porque podía oír sus die

ra sí misma que para mí, y tuve que luchar contra las gan

plemente no estaba de humor para pelear con nadie. Le di mi número de celu

é la semana que viene, Chr

l pecho mientras los latidos de mi corazón se aceleraban hasta alcanzar algo apenas tolerable. El sudor corría por mi cabello y bajaba por mi espalda. Las paredes se ap

cuando me obligué a subir al ascensor hasta el estacionamiento. Apenas l

dí el motor y puse la marcha; Las ventanas estaban abi

gar. Finalmente, salí a la brillante y fría luz del sol, zigzagueando entre el tráfico, sintiendo una pequeña sensación de alivio al

e eventualmente serpentearía sobre las montañas y a través del vasto valle que siempre ayudó. Me siento libre antes de volver a subir increíblemente alto en el cielo. Con demasiada frecuencia volaba a Crested

es de la ciudad y encontrar consuelo en las montañas. Pero no pude rec

ue contraté para mantener mi cabaña. Lo había hecho un millón de veces antes, pero ape

las palmas. Sabía que me estaba metiendo en una situación para la qu

que la mujer al otro lado de la línea nec

este momento y me preguntaba si podrías hacer una limpieza ligera hoy y una l

de nuevo. Ese fue e

ento y podemos tener un equipo allí en una hora. A menos que algo ha

acias. Y si

ue viaje con seguridad

preocupación en su voz que yo había llegado a conocer muy bien durante los últimos dos años. Después de hacerle saber rápidamente que me dirigía a la cabaña para relajarme y tom

ás fresco que desprendía de los pinos de las colinas aclaraba mis

encio durante la

para pensar y mis pensamientos

cabeza por completo si la rechazaba. Necesitábamos más publicidad. Siempre necesitábamos más publicidad. ¿Y qué mejor publicidad que la del j

n así..

me de engañarla, porque eso es esencialmente lo que hice

s al máximo. En todos los sentidos. A esa edad, experimenté pro

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