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CEO Sin Limites

Capítulo 2 Capitulo 2

Palabras:1050    |    Actualizado en: 20/06/2024

do de conducta rebelde; Eso es gracioso, viniendo de él. Mi análisis resultó ser correcto ya que su equipo de relaciones públicas lo criticó en los comentario

ue llamar a Rela

r eso. Yo lo maneja

o examinar a los candidatos re

o que hagas es concentrarte en nuestro próximo talento. Tienes el ojo mágico y neces

enviar el resto. Por ahora, iré a Relaciones Públicas y Recursos Hu

grac

ero sentía que yo era mejor para detectar los verdaderos genios o talentos de los demás. Intenté empezar pero no podía concentrarme debido a Madelyn. ¿Por

ría llamarla por la tarde debido a las clases, pero no me importó. Sólo necesit

dos sustos con respecto a la difícil situación de Madelyn como para estar cuerdo o ser lóg

iluminó el ánimo y rápidamente respondí. Antes de eso, mi cerebro se había negado a funcionar plenamente y

Hablé c

orazón. “¿Por qué suena com

s cosas están agitadas aquí. No te preocupe

ella preguntó. “No deberías llamarme por

ale? Sólo esta

bien. No necesitas preo

como padre. No pu

re después de que ella dijo eso. "Lo lamento. Que

ería conectarme con mi hija. Sabía que había cometido errores en el pasado, pero la gente merecí

é por lo que dije. No hay necesidad de arrastrar este asun

tir bien terminó haciéndome sentir peor. Sentí ira, culpa y decepción. Tenía esa habilidad para lanzar comentarios pasivo-agresivos, pero cuando quise hablar

gúrate de llamarme cuando neces

supongo”. Corté la llamada y casi

La hora decía las 4:38 p. m., así que podía irme si lo deseaba. B

señor?” Preguntó Ma

am

or, Irvino, saludándome después de verme. Los

guntó Irvino, a quien

S

uación de otra persona con una experiencia de vida diferente a la mía. El hombre paseando a sus perros, la pareja discutiendo y provocando una escena en la pasarela peatonal, y la joven completamente enganchada a su teléfono

. Mis manos temblaron furiosamente mientras intentaba calmarme. ¿Qué demonios? ¿Por qué estaba pasando esto? Estas preguntas pasaron por mi cabeza mientras mi hija luchaba por respirar

detenerme para hablar más con él. Mi mente no podía procesa

ntar o hacer preguntas. Necesitaba llevarla al hospital. Ya

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