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RENACIDA

Capítulo 4 Capt 04 La ira de Atkor

Palabras:2202    |    Actualizado en: 15/06/2024

o varios de esos enormes y aterradores lobos, los perseguían dando enormes saltos y se abalanzaban contra ambos y segundos después los abatían con sus garras

s bestias. Sin embargo, la victoria cobraba sacrificios, ya que sobre la hierba teñida de escarlata, ya se apreciaban vario

igual, ya que para las mutantes criaturas: unos eran enemigos, y los otros, brutas bestias que en los venideros días podrían alimentar a ambas comunidades. Para aquella sección de las huestes d

los y garras en un despliegue de poderosas cualidades, cuando tal demostración finalizó, llegaron lastimeros aullidos en recordatorio de las herman

oblado, donde casi hasta el anochecer estuvieron amontonando cuerpos, que al amanecer fueron incinerarlos en una enorme pira que elevó espirales de humo a l

, todos se encuentran reunidos y Jrevux el aciano de

nosotros, y él hubiese apoyado estas palabras, o mejor aún... El mismo las estaría exponiendo. Les propongo que dejemos las diferencias existentes y botemos por elegir a un supremo cabecilla y a un consejo de aldeanos, los cuales nos guiarán y de seguro van a esforzarse para protegerno

n a todos sus hombres y cuando vean que no regresan, envia

e votos, Atkor, fue nombrado caudillo del pueblo y cinco ancianos los acompañarían en tal empresa. Aunque el

en relativa calma. En una de sus visitas al bosque, Haxni

el apoyo de mi abuelo a quien querían y respetaban. Quienes ahora gobiernan la aldea tienen otros planes. Atkor el líder, me

on un magnetismo indescr

os me amenaza con divulgarlo si no le cedo todo lo legado por mi familia. Lo cual nada me importaría darle si supiera que con el

rae y la conte

ún mortal podrá interponerse entre nosotros... Dame el nombr

a y con los ojos

amor que siento por ti, aun reconociendo que se lo mereciese, porque estoy convencida de que no

llegaron a vuestro pueblo, nunca combatí p

Ercikon. Si él acepta que yo viva entre ustede

ello que ella no aprecia por el estado de hechizo que su contacto le prov

ntaste que si todos nacíamos

otros y me contestaste que jamás me condenar

los ojos del renacido y tomándole el

er tu pasado y presente. Dominándolo yo, lo conocerán ellos t

tantas veces desnude mi cuerpo y alma -le afirmó con inocencia- si con el

stión de preguntas. Muést

s. Ella, entre asustada y confiada, se limita a ver como Nhivar, poseído por una fuerza invisible, se levanta y de repente cae en cuclillas mientras que las órbitas de sus ojos se mueven frenéticamente. Haxnia no comprende lo que sucede

cías los pensamientos de Cidonna? Porque de ser así, jam

pinas y dejó su sangre en él. Litno, por instinto, la bebi

los renacidos conocen la

cana ojea-no te ruborices por ello. Ahora po

ertiste y cuando llegue la lu

pende de tus ansias d

montes y lo sabrás. Ahora debo regresar, estoy segur

es saber que mientras los renacidos decidan tu destino, no podrás

lla, al enterarse de que estará tiempo sin volver a sus brazos, sentir sus caricias y ardientes bes

cubrir quiénes son esos pusilánimes bribones que te acosan. Eres tan mara

algarabías la despertaron y al dejar su vivienda. Todos hablaban del cobarde de Bulkes, quien en la última invasión

iss, quien como un perro faldero siempre estaba detrás de Bulkes, sin embargo, no lo encontraron,

ualmente, su constante sonrisa desapareció, invadiéndola una perenne melancolía y esquivaba toda relación con sus semejantes. Una

pasó a Bulkes. Todavía albergamos la duda de que fuese asesinado por uno de ellos, pues su cuerpo no mostraba evidencias de garras o mordidas, no obstante; podrían h

con pretextos inventados y ruega para que en esta oportunidad envíen a otros emisarios. Ante la negación a la que no se oponen

unión ya pasaron

ecido y enfermo padre no deja de pronunciar lamentos y esto enfurece más al fornido joven quien de vez en vez suelta una que otra frase de despecho, p

que una cabra con las ubres marchitas y nun

r y en el umbral de la puerta ve a Cidonna, la muchacha dudosa mira

condenada aldea que puede esclarecer mis dudas, y

te responda -le argument

que me confieses lo que se oculta al rededor de la intrigante y misteri

emerosa hasta topar su espald

evitando su mirada- cómo podría

a la mesa a su lado que todo lo que ti

! Tú y el parlanchín eran muy unidos y si ese maldito

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1 Capítulo 1 Capt 01 En una era imprecisa2 Capítulo 2 Capt 02 Una alianza entre humanos y hombres bestias3 Capítulo 3 Capt 03 Resurgimiento de una manada implacable4 Capítulo 4 Capt 04 La ira de Atkor5 Capítulo 5 Capt 05 Una larga despedida6 Capítulo 6 Capt 06 Una llamada fatal7 Capítulo 7 Capt 07 Un contratiempo inesperado8 Capítulo 8 Capt 08 Rino Manfredi9 Capítulo 9 Capt 09 Adentrándose en tierras bíblicas10 Capítulo 10 Capt 10 Una loba con licencia11 Capítulo 11 Capt 11 Al iniciado se le exige lealtad12 Capítulo 12 Capt 12 Los secretos de un CEO13 Capítulo 13 Capt 13 Secuestradas14 Capítulo 14 Capt 14 El guardián de los seres de granito15 Capítulo 15 Capt 15 Un nuevo amo para las criaturas de las tinieblas16 Capítulo 16 Capt 16 El poder de la ajorca17 Capítulo 17 Capt 17 La maldición de la ajorca18 Capítulo 18 Capt 18 Desavenencias entre maleantes19 Capítulo 19 Capt 19 La enigmática neblina del silencio20 Capítulo 20 Capt 20 Lazos que se desgarran y lazos que unen21 Capítulo 21 Capt 21 El descubrimiento de Patricia Shier22 Capítulo 22 Capt 22 Heredera de un poder milenario23 Capítulo 23 Capt 23 Poseida por la bruja oscura24 Capítulo 24 Capt 24 La morada de los perros infernales25 Capítulo 25 Capt 25 Un regreso del mas allá26 Capítulo 26 Capt 26 El legado del imperio de Don Tornatore27 Capítulo 27 Capt 27 Una noche de locura y un día de interrogantes28 Capítulo 28 Capt 28 Los feroces berserkers29 Capítulo 29 Capt 29 Descubrimientos y persecución30 Capítulo 30 Capt 30 Descendiente de seres inusuales31 Capítulo 31 Capt 31 Las nueve sepulturas32 Capítulo 32 Capt 32 Una carta sobre la mesa33 Capítulo 33 Capt 33 La reunión de Lucas con la mafia34 Capítulo 34 Capt 34 Kara Stanke, una mujer con varias vidas35 Capítulo 35 Capt 35 Fuego, muerte y destrucción en el sitio arqueológico36 Capítulo 36 Capt 36 Doblemente secuestrada37 Capítulo 37 Capt 37 Una testigo singular38 Capítulo 38 Capt 38 El ataque del oso39 Capítulo 39 Capt 39 Trazando una vía para el intercambio40 Capítulo 40 Capt 40 El descalabro de Lucas41 Capítulo 41 Capt 41 Encuentros inesperados42 Capítulo 42 Capt 42 La cólera de un CEO43 Capítulo 43 Capt 43 Anillo de fuego44 Capítulo 44 Capt 44 El sangriento rescate de Stella45 Capítulo 45 Capt 45 Una bestia con planes propios46 Capítulo 46 Capt 46 Toro bravo47 Capítulo 47 Capt 47 Pánico y desconcierto48 Capítulo 48 Capt 48 Alison Freeman49 Capítulo 49 Capt 49 La devolución de Stella50 Capítulo 50 Capt 50 La hermandad de los hombres bestias51 Capítulo 51 Capt 51 Los rebeldes y sus dorados patrimonios52 Capítulo 52 Capt 52 El clan se distancia53 Capítulo 53 Capt 53 Le juro que vimos al diablo54 Capítulo 54 Capt 54 Falsas declaraciones55 Capítulo 55 Capt 55 El chantaje56 Capítulo 56 Capt 56 La cautiva del laberinto57 Capítulo 57 Capt 57 Entre misterios y codicia58 Capítulo 58 Capt 58 Bill Rake, motivado por la venganza59 Capítulo 59 Capt 59 Los Guardianes de Enigma60 Capítulo 60 Capt 60 Mafia en las venas61 Capítulo 61 Capt 61 Dolor, culpa y renacimiento62 Capítulo 62 Capt 62 La luna de la loba63 Capítulo 63 Capt 63 Tormentos diferentes64 Capítulo 64 Capt 64 Khelanis, la diferente65 Capítulo 65 Capt 65 Nace El Clan de las Sombras66 Capítulo 66 Capt 66 Encuentros nocturnos67 Capítulo 67 Capt 67 Alison, Tanis y el detective David McHale68 Capítulo 68 Capt 68 Indagando por cuenta propia69 Capítulo 69 Capt 69 Llamadas influyentes e imprevistas70 Capítulo 70 Capt 70 Crímenes y secretos71 Capítulo 71 Capt 71 La intrépida Amanda y el misterio de Kara Stanke