Black River
albores, vivía una joven llamada Lyceria. Hija de una humilde
escasear, su final estaba cerca, pero no le importaba. Estaba cansada; si iba al pueblo, la miraban con desprecio, siempre andrajosa, muy delgada. Y así jamás encontraría a un joven que la quisier
remecerse. Estaba tan asustada que no podía moverse. Lo primero que sintió fue como si una especie de calor recorriera todo su cuerpo; sus órganos empezaron a transfo
igió a ella, asumiendo que comprendería sus palabras, pe
rion, ke vyrs
e movió la cabeza en gesto negativo. ¿Podrían comunica
enti
rion, ke vyrs
do, de ver
ió asustada y luego comenzó a correr, topándos
ue te mostremos que las b
han caído del ci
ido cuando cayó. ¿Has llamado dem
llamado
edra y justo antes de que la golpeara, cayó muerto. Lyceria se dio cuenta de que el
me la
lo mismo. Aquella criatura comprendió que su gran tamaño podía estar impresionando a la peq
le acercó de nuevo, no se movió. Efectivamente, aquel ser solo quería colocar las manos
asustado, mi no
za has aprendido
nvertirnos en animales; en tu
les te
ros como
feroces; han matado a muchos de los niños de nuestro pueblo. Gracias, por ci
ros venimos en paz, pero eso no sign
dónde
que tuviesen una atmósfera que nos permitiera sobrevivir. Tomamos mucha información y el sitio que tenía un
entiendo. No sé si signif
riaturas diferentes. El nuestro está lejos del tuyo,
uiso saber Lyceria, intrigada po
n. Te presento a Zephyr y Selene; Ignatius y Pyralia; Aquarius y N
problema. ¡Espero que nuestro planeta
es tu
cer
mbre h
errizaje? Lyceria no dudó en ofrecerles refugio en su hogar para que, al menos, descansaran un poco. Mientras los deja
sa es
rion tomó la cubeta y la llenó, frunciendo el ceño al sentir cuán pesada era. Aquella mujer era muy pequeña, delgada y débil. Además, estaba frío y ella n
¿qué
laneta no consideramos que v
i alguien me viese así, me golpearía
ada, ahora usarás mi abrigo. Y c
is padres y yo
obr
monedas y nosotros no teníamos, así que mamá y yo sembrábamos lo que comíamos; lo que sobraba, papá iba a venderlo al pueblo. E
Br
para que los enfermos se curaran, pero algunas personas piensan que solo una br
ia m
a a la gente para conseguir mon
us pa
imos proteger la casa; los agujeros en las parede
nto tiempo
s se
daba un poco en comprender ciertas cosas. La pérdida, ese dol
nthar
e ent
so significa que lo lamento. Tenemos que seguir nuestro
e acostumbrado a vivir
sa que aquí llaman oro. Si necesitas ayuda, piensa en mí mientras l
rá un momento en el que no pu
ada piedra con nuestra energía, quien la tenga esta
que traen son adecuada
e la mente humana es tan poderoso que si queremos
no, pues m
aci
iones de cabeza y salieron de la casa. Le había gustado ten
aba cerca y sonrió, se reuniría con sus padres. Decidida a no morir en aquella cabaña y aprovechando el poco rato de sol que había, decidió ir a sentarse a mirar el cielo. No llevó consi
a? Decidido a darle un hogar digno, empezó a investigar. Lo que Lyceria llamaba oro, era lo mismo que ellos tenían en Lycanthros, sa esposa, que es como supo que los habitantes l
para comprarle una casa. Aquello, a lo que llamaban dinero, les hizo tomar deprisa posiciones importa
y dejó que la conexión con la piedra en el collar que le había regalado lo ayudara a llegar a e
ria! ¡
lo, la mordió. De no ser porque llevaba el collar y su
compañer
ela
como yo, se
r, extraño a
mori
son mi
les gruesas y hermosas que te darán calor en el invierno. Tenemos comida, tenemos todo lo
a cama. La mordió de nuevo y luego se hizo un
piertes ser
a dormir, fue con
𝑜𝑟 𝑑𝑎𝑟 𝑎 𝑙𝑢𝑧 �
�𝑐𝑖𝑑
�𝑐𝑜𝑛𝑡
𝑢𝑒𝑟𝑝𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑎
𝑎𝑟𝑖́𝑎𝑠 𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜𝑠
𝑎 𝐼𝑔𝑛𝑎𝑡𝑖𝑢𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑡𝑟𝑎𝑖𝑔𝑎 𝑟𝑜𝑝𝑎𝑠 𝑦 𝑐𝑜𝑚𝑖𝑑𝑎, 𝑛𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒𝑑𝑎𝑟𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑎
� 𝑙𝑒 𝑠𝑎𝑙𝑣�
𝑛𝑖 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑟 𝑒𝑛 𝑙
endió sobre los lobos, él a conocerla. Los aldeanos supieron el origen de los nuevo
o empezó a avanzar, los lobos se separaron por parejas, estableciéndose en diversos lugares de todo el planeta, aprendiendo sobre finanzas, cómo camuflarse entre
eña había manifestado sus deseos de unirse a Demeneter y este, aunque no quiso y luchó por hacerle en
evo en Alaska. Conformaron el concilio, una autoridad suprema a la cual todos los
odrán correr libremente por nuestro bosque. Hemos ido transformando humanos y sé que tal cual lo prometimos, esc
mos transformado a una pareja de humanos usando no so
Pyralia-escogimos unirlos a noso
e está mal, pero creí que tratar
r una y otra vez. Ustedes tienen a Anara, Umbra y Noctis a Demeneter y nosotros queríamos s
ojos con sorpresa
si Antón hubiese nac
ganar, pero no es mi intensión la de gobernar. Mi ni
ien esperábamos, nu
qué h
puesto. Eres más fuerte que yo, Ignatius, pero no eres un lobo
corr
padre ni yo lo éramos. Y de haber sido así, podríamos haber evitado la destrucción de nu
roles. Demeneter y su esposa Anara fueron enviados a recorrer
ía Antón. Podía luchar cuerpo a cuerpo si lo quería, incluso eso lo ayudaba a mantene
que ninguno de ellos