CONTRATO CON EL CEO MULTIMILLONARIO
ue cuando nos casaramos seria tambien mia, por ahora solamente era de Mark Harris y sobre todo, tener que ponerme la misma ropa al dia siguiente, ya que con los nervios no me acordé de coger m
ar y besar, espero que no vaya a ser ningún inconveniente para ti ya que como s
o quieres sorpresas pero si
ada mientras ponía un poco m
tener una madre, despues de que las dos esteis juntas, yo me marchare a mi despach
chofer la puerta, marchandonos de aquel lugar. Cuando ya el chofer paró el coche y nos abrió la puerta, Mark fue el primero en bajar, me ofreció la mano para ayudarme a salir del vehículo, pero al sentir la mano cálida de Mark, nos quedamos mirándonos a los ojos, notando en su mirada su deseo de estirar de mi mano para que yo cayera en sus brazos viendo como se mojaba sus labios con la lengua, haciendo que me diera cuenta del deseo que tenía por juntar sus labios con mis labios, pero enseguida le retire mi mano, entrando los dos seguidamente en aquella
casemos, luego dormirás en mi dormitor
endré que poner el mismo vestido que esta noche llevo, no
que ninguna de mis conquista se lo ha puesto, puedes estar tranquila, mañana cuando despiertes tendrás mi ar
bien planeado ¿v
será seguramente un día largo para los dos - me di
en el mismo dormitorio, me quité la ropa y entré en la ducha, una vez que ya termine, tape mi cuerpo con una de las toallas que dentro había volviendo al dormitorio, me senté en la cama para se
el señor me ha pedido que se la dejara encima del sofá, pero veo que ya se ha levantado, si n
agradezco que me traiga mi ropa, ya que solam
necesita algo, no dude en decirmelo - me d
cuando de pronto volvieron a tocar la puerta del dormitorio, me puse enseguida el
spero que haya descans
ahora me puede decir qué hacemos ¿dónd
uetes en el salón - me dijo Harris, ofreciéndome su
e con ese polo ceñido a su cuerpo marcando la musculatura de ese hombre, sus fuertes hombros marcando sus duros músculos, me hizo pensar que, como me dijo, cuando quisiera que fuera su muje
hora estaba deseando era estar con mi hija, jugar con ella, que me conociera y conocerla yo, ya que cuando nació no me dejaron ni verla, llevandosela enseguida la matrona que me asistió en el parto, por orden de mis padres. Cuando entramos en el salon donde estaba mi hija, pu
cuerdas de Sofía? - le
staba entretenida
ella está aquí para jugar
estaba su padre, rodeando el cuello con sus bracitos cuando Mark la cogió en brazos mie
yer te gustaba So
tica papa - le dijo a media
,y a jugar contigo, sabes que eres muy guapa ¿lo sabías? -
me pregunto la pequeña, seña
sa ¿a qué quieres que
a mis ositos, tene
ando nació, yo quería y sentía que debía estar en la vida de mi hija, ya que la empezaba a notar como lo que era, absolutamente mía. Mire a Harris viendo en sus ojos lo enamorado que estaba de su pequeña hija, se acercó hasta donde yo estaba cogiendo con delicadeza mi barbilla para que lo mirara dándome un pequeño beso en mis labios. Me levanté de la alfombra sorprendida por el gesto de Harris, sintiendo luego sus manos en mi cintura y luego en mis b
das a darle de comer? - me preguntó C
nseñemos a Sofia tu dormit
os encima de su cama, encima de estanterías y sillones, muebles de estilo demasiado moderno para una niña tan pequeña, estrellas y luces que me dijo Harris que por la noche y con las luces apagadas brillaban en el techo, estanterías llenas de cuentos infantiles. y toda clase de accesorios para una niña tan pequeña como era la pequeña Cintia. De pronto y sin esperarlo ni su padre ni yo, C
papa - me dijo, haci
os, pero su padre enseguida la cogió en brazos, viend
uedes caer al suelo y hacerte mucho da
ima de una de las mesitas, enseñandomela, me senté con la pequeña en la cama, co
n su boca me decía que si con su preciosa cabecita, lo que me produjo en ese momento un sentimiento
n hombre increíblemente atractivo me beso y me abrazo como si en verdad fueramos una pareja, p