El CEO vagabundo y la hija mimada del millonario.
ó y le dijo de varias formas que era una sucia vagabunda y no lo entendió hasta que estuvo de
parecÃa una completa mujer de la calle y se sintió avergonzada
i no hubiera contratado al vagabundo estarÃas planeando la boda
iera oÃrla, pero nadie llegó, asà que se acostó en la cama
es estrechos que daban a la calle y que acarreaban un p
elda y ella se quedó ahÃ, quieta, con la frente recostada en la
l - dijo la voz grave y Esther se
legró de verlo - esto no es para mÃ, este
me costó aceptarlo al principio, pero tendrás que hacerlo. No me puedo desha
León se paseó por la c
me buscó para decir
ue mi papá me
ra cuenta, creo que el hombre era uno de tus guardaespaldas -
ó de nuevo, ya se habÃa hecho a la idea de que pasarÃa la
mimada - dijo León
al y Esther observó como e
undo le tendió una bolsa de St
? - León meneó la
stablecimiento. Con lo que me dieron por tu ropa pagué el daño y los dueños levantaron los cargos, asà que esta noche hab
más, ¿Me oyes? Todo men
mes? Porque, ¿si no trabajabas como más
erente, no me
ro que cuentes
señor León - le
o extraño el trato del policÃa hacia él, más aun después de ver
o conocÃan. Cuando salió a la calle el frÃo la acometió como una ola espesa, pero lo ignoró. Buscó un
miró al hombre de pie a su lado. ¿si él aún no habÃa desayunado? No le im
a jodist
e le deja ver un cuerpo, al parecer, musculado, pero Esther no pensó mucho en como un vagabundo tenÃa músculos, la prenda fue la que le llamó la atención - ¿Eso es
- le dijo él y le enseñó un agujero que tenÃa la prenda al
ado - le dijo y él
abrigo - pero Esther se aferró a él y metió las
iró alrededor y se pasó los
til para cuidarte por ti misma - Esther, con el estómago med
muro ella - ¿C
Le
ijo que ese no
aber mi nombre? - la miró con rabia - tú no
- ¿Acaso no vez que a mà también me están obligando? Por mi voluntad jamás pasa
por qué ayer pagaste
ror que he come
el peor error que hemos cometido en nuestras vidas
de nuevo y él pasó por su
n problemas de
o manos para defenderme? Tóca
erto, no vaya a ser que me mates
l puente y este abrigo oloroso? - León
- Esther sintió que las mejil
no me dé dinero, me gradué de administración de empresas y negocios intern
es que conseguirás trabajo? - Esther as
asà porque tú me
hubiera tenido que pagar el vidrio que rompiste - se detuvo y la agarró de la mano con fuerza - la primera lección que aprenderás es que en la calle cualquier decisión qu
bufó ella y entonces él la soltó
a barba y caminó dejándola sola y Esther no tuvo más remedio que ponerse de pie y seguirlo. Estaba sola, su hermano no podrÃa