Infelizmente casada
ince años
go llamado Fernando que era de su misma edad, ella lo am
a veces me hace enojar, pero, así lo quiero, en un futuro deseo viajar con él y recorrer el mundo, es una promesa que hi
jardín ya que a ella le gustan las flores, yo quiero hacerla feliz y recorrer el mundo con ella, tomar muchas fotos y
u padre? —Preguntó Danna
tándose a su lado—, pero volveremos,
inclinó su mirada y sumer
pués se sorprendió al ver que él sacó una cajita roja y de allí un collar que tenía como dije un corazón— toma, con este collar voy a cumpli
balanzó a él dándole un gran abrazo, cayeron a la arena y soltaron
ubió a un bordillo y tambaleaba como a querer perder el equi
r! —regañó él
to, cayó al suelo y se golp
eguntó él ayudánd
ola —ella quería levantarse, pero se
ernando, la ayudó a levantarse y
el mal que el mundo podía traer, sólo estaba ahí, disfr
momento volaba y en ese pequeño instante era la joven más feliz del mundo. Después llegaban a la casa de Fernando que quedaba cerca de allí y Danna se
la playa, todos disfrutaban el hermoso momento, Danna y Fernando no habían crecido, seguían siendo niños, corrían por la p
medio de la playa, ellos corrieron y se abrazaron, pegaron sus mejillas y soltaron carcaja
dar cartas? —Preguntó Danna sonriente m
tados en la arena y el joven tuvo un gran deseo de besar a D
na persona que la tratara de esa manera, ella empezaba su primer semestre en la universidad y recordaba su época de colegio como algo rutinario y l
e la playa Fernando se al
isfraces que va hacer e
despedida, nunca me lo perder
porque quiero decirte
s decir? —Inqui
muy curiosa, pero no te diré nad
onversación y ya se estaba imaginando lo que le iba a decir, por dent
abía acabado de bañar y estaba buscando s
amar—, ¡mamá! —su ma
—preguntó la
molesta—, lo había dejado encima de la cama
la señora Gloria rodando
Danna buscaba en todas
la lo había tomado, no quería que su hermana fuera y tuviera la mejor de las noches, aunq
ras revolcaba su cuarto— ¡¿dónde está
estido que le llegaba un poco arriba de las rodillas, se puso unos tacones de puntilla color plateado bastante altos y se hizo una c
dos, la fiesta estaba por acabar y Danna visualizó a Fernando al fondo sentado en una mesa
to, pero después soltó una sonrisa al darse cuenta que era ella, se
s a llegar— le su
jaría plantado —respon
s salieron al patio del colegio donde se sentaron en una banca, Danna se dio cuenta que él estaba vest
ue querías dec
o yo he estado enamorado de ti y en realidad me duele dejarte —Danna quedó con la boca entreabierta— por eso quiero decirte que cuando vuelva deseo que seas m
a necesario, tenlo por seguro —Fernando desplegó una sonrisa de alegría, después
al cuello de Fernando delicadamente, él dejó las suyas a la cintura de Danna, sintier
moción se convirtió en tristeza al estar en un aeropuerto con la idea de saber que la persona
voy a estar mandando cartas y hablaremos por videollamadas y muy pronto estaré
de ti Fernando —le susurró