Un Contrato De Protección

ni en s

r la gran casa de los Oliv

se sintió intimidado al

sentirse en casa, como si

nveniente aparentar algo

ija contenta y

de Arantx

nero, algo que estaba co

nivel social eran arribist

Arantxa por su forma de s

esas cualidades que descu

la

tocar el

r traje, el que Edward Ta

e tenía a su medida y q

ya quería ver la cara de

nueva

calmando

to se estaba haciendo i

ía a Arantxa de nueva

resiona e

l momento de comenzar con

que escucha como se gir

gusto v

, adelante— mira al mayord

como lo recordaba, no ha

a había avisado a todos d

espera en

Frederic—

o el paso, solo lo acompañ

conocía perfectamente el

o ahí, para hablar con él,

y no tarda nada en escuch

a detrás del escritorio, s

sentir des

nas tarde

uñeca— veo que sigues s

un habit

o de nerviosismo mueve en

pués de la reunión con el

mar la carpeta sin ver la

rio— he traído el contr

n ahora

las hojas y las firmó si

to, ya tenemos un trato L

s iré a cambiarme,

un lado

rta, por lo hermosa que se

ecto cuerpo que tantas no

o como un per

vo al p

subía con su elegancia na

e la escalera camino un p

un mantel blanco y un arr

a acta de matrimonio, si

mple contrato de protecció

n poco p

querer recordó los fines

xa siempre fueron muy am

epartamento que compartía

txa que no sabía cómo reac

os

on no s

yo ya casi salía por ell

ás sin ver a su novia apa

con desdén— ¿Dónde está? —

rar, pero est

a Devon

ía unos candelabros en la

as, estaban dispuestos do

na cena romántica, u

vendrá Le

ecirte que esto se acabó…

escuchado bien, no, no

an pronto se acabará el a

quiere volver a ver nunca

de este departament

é? ¿Qué

n, que pronto nos íbamos

de Devon que se escuchó

rlando de sus palabras cu

o en mil

cil eres,

a, nunca fuiste digno de e

a cosa, ella necesita a u

imple dibujante, lo bueno

que eres, no sabes cómo le

escuchar esas palabras sin

eza con ella se d

a posibl

cuenta si hubiera dado? S

que todos los besos y abr

r de las lágrimas que es

de Arantxa, por Dios no

lo que mando decir con

dose con

scucharlo

a cara— el padre de Arantx

ía que escuchar porque el

u boca en que

vendrá, c

e que ella ya no te quier

bien, no quiero que la bu

teléfono, ya fue suficien

ceño de que estaba hablan

está decisión tan dramátic

n que habí

o hablar

e me diga q

n nunca l

apareció en el departament

er, y así se quedaría, ahora

trab

do Sant

mbre de voz burlón que du

taríamos de

o había

Oliv