Secretos del CEO

peta que tenía entre las manos. Me senté en mi silla, dejando e

ugar donde correspondía. Esas hojas e

a conocido a mucha gente y ahora sin pensar que eso

iempre había tenido claro que lo tendría, aunque me encontrara s

llorar. No podía negar que lo echaba de menos, pero si se lo decía a

irse. Joshua salía con una sonrisa y al verme mirándole extrañada se acercó a la

lgo que

e dije sin m

niños y cenaremos todos en e

ang Hai? —repetí ex

sabes cómo es —me sonrió con picardía.

decaída. E

¿no es así? — no me quedó de otra que asentir. — Es cierto. Desde

era sido por eso, ahora no lo tendría a mi lado y

nuestro deber cuidarte a ti y a tu hijo. Además, Adr

l día juntos!

iarte. Hoy nos espera una noche larga

ré —le

. A las ocho

i no estará en casa. A las

ho pasamos por ustede

ntó también sonriendo y se marchó. Yo continué con lo

*

/

iera, Stefan había escuchado todo

se sentaba en la mesa que había delante de la puerta del Gerent

e esa chica no era como todas las que había estado. Decidió volver a su despacho y dejarla tr

vez que sentí

puso a buscar algo en internet. No sabía por qué no podía dejar

había quedado gra

y se agarró la barbilla sin q

casa eran las ci

el sofá. Por el camino, me quité la chaqueta gri

los no aceptarían un no por respuesta. Siempre que me veían decaída,

brazos sobre el sofá y

do en el cuarto de baño que había en mi habitac

n niño inun

chaqueta bomber gris, un jersey en lana merino, de color g

amigas estaban pendien

en punto con textura en color gris y una cha

uchó. Sonreí a la mujer que se encontraba detr

shua nos está espe

con una sonrisa. — Adri, n

a? — me dijo Jackie, atándose el cord

engo que trabajar y Adri tiene colegio — tomé el bolso que estaba colgado en la entrada, m

ron las tres chicas

za? — se qu

esto ha surgido de pronto — ar

onen los niños cuando tiene

és metí las llaves dentro del bo

y fuera del portal, nos encontramos a una niña casta

nrieron. Los pequeños se alegraban de verse y de salir a cenar jun

al ver a

a Calle Regiam, hasta que llegamos a Camino de Rose, que era por la avenida donde e