Flor de Fuego
ar, tengo que recordar no ir a la noche de inauguración de un lug
minata en una noche como esta. El cielo es un manto negro repleto de pequeñas piedras brillantes como diaman
cando lugares en donde divertirse. Unas pocas cuadras más y estaré en casa desh
orrido estas mismas calles tantas veces, hoy las siento diferente, solitarias y silenciosas
do petrificada en el lugar. Pasos agitados se abalanzaban al final de la calle retumbando desde el lado derecho. Una chica a
se abraza como protegiéndose y como auto reflejo la secundo. La chica voltea la mirada hacia el lugar de donde
o atraviesa su garganta –. ¡Corre, corre! – casi que susurra, pe
o de mi corazón me retumba en los oídos. La chica hecha a correr en la dirección
tir. Entro en estado de shock, mi mente vuela a mil y una posibilidad, siento resonar en mi cabeza el latido agitado de mi corazón. Pierd
de problemas ambulantes y eso y
ombres peleando, al parecer uno de ellos se enfrenta a los restantes. Su ataque es rápido y feroz, aunque el de los ata
de la luz lunar toca las húmedas calles. La brisa trae los olores repugnantes de una sociedad descuidada, olor a basura y podredumbre se escapan del callejón que está a solo unos p
, lo medito un poco. Quizás los tragos estuvieron algo subidos de alcohol y todo es producto de una extraña borracher
un sollozo ahogado retumba al final del callejón, volteo a prisa buscando en cada rincón, pero nada parece distinto. Nada se mueve, ni lu
, loca no estoy y b
r fuerzas, pero en seguida me arrepiento al sentir el aguijon
e, mis pasos parsimoniosos y firmes resuenan con estruendo haci
o ahora? –. Vuelvo a maldecir en un su
Si no muero a manos de alguien esta noche, seguro que la
, respira, aq
te y miro a mi alrededor, la oscuridad y el silencio no son compati
s para mirar al cielo mie
ra tomar mi lugar, mientras tira mi cuerpecito a una esquina, en donde de seguro animales hambrientos me devora
cho, con su cabeza hundida en ellas y una maraña de cabello deslumbrante la envuelve.
voz temblorosa me haga escucharme incomprensible, pero mante
–. No, no. ¿Qué haces aquí? – Gatea por el suelo hasta tocar con la espalda la pared que le impide poner mayor
nir en el mismo paquete y menos aún si provienen de mi persona».
la, ella parece más aterrada que yo –. ¿Estás bien, te han hecho algo? Pue
a sus temblorosos labios, me provocan un sobresalto y no es que
hora que puedes – logra decir entre sollo
iendo de aquí, siento que no puedo dejarle sola a merced de lo que pueda pasarle en las frí
ven conmigo –. Las manos me tiemblan cuando la tiendo para
Helen se encargar
creo que sea en mi contra. Sus ojos destellan lágrimas que inunda
palidece y un terror puro le hace temblar hasta los cimientos debi
ría ir peor, y como soy media adivina,
piración me jadea como motor de tractor por la incertidumbre de lo que encontraré
e vea
sgos de... eso, y al parecer la chi
nfatiza innecesariamente
en s
de la raya. Sip, mi suerte es un asco y la vida encuentra dive
in más, mis manos se aferran a mi abdomen como si me hubiesen pateado el mismo. Unos ojos rojos como sangr
a necesario que el diablo me venga a buscar en per
alcanza a borrar la frialdad de su mirada,
mal después de todo. Al menos con ellos mantení
bios ensangrentados a través de los cuales se muestran una dentadura de tamaño prominente, teñida
ue así sea, y él sea una invención de mi desequilibrada
mucho a mejorar su aspecto sombrío y repugnante, sino que más bien le hace ver más peligroso, unido a su altura y complexión robusta
monstruos, ella repetía que no existían, pues bien, que ganas d
ado largas, la oscuridad en sus ojos, tan parecido a este,
sis, estoy volviéndome loca por completo. No es real, los mon
ado real para ser una fantasí
no sea una de esas cosas. Con cada paso que él da, yo retrocedo hasta chocar con la chica y quedar a su lado. Su mano
rada a lo que sea que sea eso –. Solo para aclarar, esto está ocurriendo de verdad, eso de enf
– deja salir e
za ya va de camin
Trago en seco con el
cóta tentando sie
rada hacia ella como si le agradara el reencuentro – sino que he enc
un tornillo, porque está ablando en sentid
en respuesta, como si pudiera saber lo que me estoy
i desaparezco o muero, y no un día cualquiera, ¡tenía que ser mi jo
umpe mi balb
nte –. Ella no tiene nada que ver en est
guea, pero la parte en mi cerebro que se encarga de la supervivencia toma co
a mirándola con burla, como si su petición solo sirviese para agregar pl
así, no aquí y men
posibilidades tengo de salir bien librada? La verdad,
lo casi al alcance de mi mano, tan solo tengo que inclinarme un poco para tomarlo.
o a simple vista –. No vas a tocarnos ni un solo pelo – advierto con dramatismo dada las circunsta
siendo dos podíamos luchar. Es como un cazador y su presa, acorralando y atemorizando hasta que sus inten
ción queda?, las c