MI ESPOSA CIEGA

ar los pasos de las personas a su alrededor,

avisarle a los empleados que ella llegaría

er, de seguro el señor lo

se compadecían por su estado, sabía que lo había humillado a propósit

no estoy acostumbrada a

cercó y la abrazo con fuerza, sab

lgo malo te suceda, tienes mi número, si nece

debo de hablar con él, no quiero

—hablo la joven preocupada —Axel es re

cupes, ya s

pasillos hasta llegar frente a la habitación de su

Rachel, gra

e su hermano se alegraría al conocer a su esposa, pero no fue así, se c

habitación, escucho el auto de la joven

uviera de mejor humor que hace

abierta desde el interior, sintió un horr

tu lástima, ni tu atención Axel, solo debemos de estar casad

uía sin confiar en ella, en lo absoluto, adem

abra, largo de aquí, tengo

—Le respondi

opción, de eso depende mi herencia, así que por favor, mantén t

ente, pero lo había obtenido de manos de la señora Spencer

murmuro p

nuó fumando, la odiaba, le gustaba vivir sol

�🌸

staba platicando con su hermana, había regresado a la ciudad de

, su vida desenfrenada y excesos, tenía su trabajo en peligro, ya n

de con una desconocida —le dijo Rosa mirándola fijamente

se escuchaban las palabras de su hermana, eso

de casarse, ese hombre me pertenece y t

ensas ha

o conocer a la nueva

mana con una sonrisa de complicidad —

rdados, pero el verdadero motivo por el cual

la para siempre, en ese momento lo último que necesitab

rar eso en el pasado, te aseguro que es

a que esta casado, pienso que t

ngo todo bajo control —una sonrisa cí

costoso auto, conduciendo a toda velocidad por la carretera

señora Spencer, si bien ella se había divorciado de Ax

a tal y como la recordaba, su matrimonio solo habí

con total tranquilidad, ingreso lentamente al in

s escaleras lentamente con un bastón, una sonrisa burlona se formó en sus

amente Axel estaba ciego o había algo mal

o de la enorme sala de estar, observo a

anda p

e eres tú, no llevas el uniforme de trabajo, corrígeme

omo balde de agua fría, apenas llevaban tres d

capaz de poner sus ojos en una mujer como esa, ni siquiera te

ita, ¿quién es usted? Su v

uerida, exesposa de Axel, solo vine a comprobar lo que decían los medios de com

ncia a las palabras de la mujer, sabía que estaba burlándose d

ara que perder el tiempo con

espetuoso y fuera de lugar —le respondió en tono seco —usted pertenece a su pas

a ella tenía una legua tan afilada como la s

ojos recorrieron a la mujer de pies a cabe

esta noche no llega a casa a dormir, quiero que sepas que est

que eres, créeme, no me preocupa en lo más míni

ado amante, eso no se lo iba a perdonar, camino en dirección a la sa

la a pesar de estar divorciados, q

n algo de información, los medios estarían muy agradec

ra fea, Axel realmente había caído bajo, una