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La Reina Vampiro & El Rey Alfa

Capítulo 4 4

Palabras:1209    |    Actualizado en: 12/01/2024

como si quisiera con ello asegurarse de que Aren y su manada no fueran a querer regresar para apuñalarnos por la espalda mientras

able de una desgracia que le ha sucedido a él y a su manada, pero estoy dispuesta a averiguarlo para hacerle entender que yo no he sido la cu

de la partida de los hombres lobos. Mis pensamientos se centrar

rando con serenidad como siempre hacia pesar de que nos encont

esorden, mi reina. Yo me en

e del caos, extendió su mano, y pronunció: Ourdam, que aquella palabra en nuestro idioma antiguo significaba "Ordenar", y entonces, fue ahí cuando Edward y yo fuimos testigos de lo que pasó después; un destello de viento salió de la

cada uno de los cuerpos desmembrados y cada una de sus partes desmembradas fueron elevándose en e

por todas partes, lo que eran rastros de sangre y órganos. El portal de limpieza de Sanie se apagó en cuanto el último de los cuerpos desmembrados se metió en su interior, y ella

limpia ante los ojos de Edward y los míos. Yo no dudé en sonreír porque co

mirando a Sanie con una mirada perversa en cuanto pronuncié la palabra de la servidumbre. Puesto que en el castillo, la servidumbre, como era de imaginarse, eran human

irar su mano, y sus ojos v

mi magia para ocasiones, así - dijo e

, y sobre todo, usaban delantales de cocina encima de sus cuerpos desnudos. Yo no dejaba que ellas usaran nada de ropa cuando estuvieran trabajando, de hecho, gracias a mi poder de hipnosis vampírica, yo había logrado hacer que ellas obedecieran todas mis órden

uisiera adueñarse de una de las mujeres de la cocina, él no se sorprendió ante mi decisión, por qué él sabía que nosotros únicamente podíamos darnos amor del bueno era c

él estaba sediento, pero no de sexo. Más bien, él estaba sediento, era de sangr

le caía con delicadeza hasta su cintura, pero que en ese momento, ella lo tenía agarrado de una cola de caballo por reglas generales d

usto ahora que él tenía a aquella chica entre sus brazos, decidí que era mejor

una castaña de ojos miel y cabello corto, se acercó rápidamente hasta ella, con un plato de com

in quitarnos la mirada a Edward y a mí, ella se dispuso a come

ado desde el otro lado del cuello de la chica, yo me preocupé por acercarme al otro, y a la vez, Edward y yo decidimos clavar los dientes en el c

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